Es muy posible que si muchos de nosotros oyéramos el nombre de Billy Lane, seguramente no nos diría mucho, pero si este nombre, nos lo asociaran con la pesca y más con la pesca a la inglesa, la cosa cambiaría, y es que, leyendo un poco en antiguos libros de pesca, aunque no es concreto, es muy posible que fuera el inventor de tal técnica. Lo que si es cierto, es que en 1963, este hombre ganó el campeonato mundial individual absoluto en Luxemburgo precisamente usando la hasta entonces, tosca pesca a la inglesa .Es la primera vez, que hay datos sobre su utilización a nivel profesional.
A nivel personal, llevo mas de veinte años aprendiendo día a día sobre ella y cada vez me doy mas cuenta que es mas completa, técnica y atractiva, algo que a mí, cada día, me atrae más, dedicándole muchas horas a esta técnica me doy cuenta que cada jornada es diferente al anterior, aún en el mismo escenario, distintas acciones, distintas emplomaduras, distintas presentaciones, en definitiva, distintas maneras de entender esta modalidad y de llevarla a cabo, hablamos de mi preferida;" el Englis Style Fishing ".
Pero como anteriormente he escrito, no todos los días que llegamos a la orilla del agua se puede realizar de una manera idéntica o parecida, a veces, debido a muchos factores que influyen en la pesca, entre ellos, por citar algunos como los agentes atmosféricos, la escasa actividad de peces en la orillas, corrientes sostenidas, aguas demasiado claras etc, intervienen notablemente en el desarrollo de las jornadas de pesca .
De este modo, en ocasiones, sobre todo en aguas abiertas de embalses o amplios lagos de graveras, se siente la necesidad de llegar a pescar lejos de la orilla, a veces,en escenarios de poca profundidad te invade la necesidad de arañarle unos metros al escenario, intentando buscar esa esperada picada, que parece resistirse a distancias alcanzadas con cañas de inglesa convencionales.
Entonces,el ya, posiblemente acostumbrado pescador de inglesa, a ciertas situaciones adversas, excesivo oleaje, vientos frontales o laterales, por no hablar del empuje interior de los embalses (en ocasiones contrario a la dirección del viento), sin necesidad de recurrir a otras modalidades menos técnicas, buscas alternativas y una de ellas es la pesca a "la Cacereña".
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No se conoce a ciencia cierta sobre el origen de esta modalidad de pesca, la cual se lleva a cabo con cañas inglesas robustas de una cierta longitud y potencia. Así como la utilización en ella de enormes flotadores llamados graciosamente SCOUT , algunos de ellos arrastrado lastres de mas de 30 gramos. Pero de lo que si estoy seguro, es que, Miguel A. Doncel un gran pescador y amigo la apodo hace años, ya con este nombre.
Las aguas de los escenarios cacereños de los embalses de Alcántara y Gabriel y Galán entre otros, tuvieron mucho que ver en la expansión de esta peculiar modalidad, criticada por muchos y apreciada por otros.
Caña de 15 pies (4'57 m) especial para la practica de pesca a la cacereña
Quizá no sea este el relato mas idóneo para hablar de ella, pero como pescador al que le encanta la pesca a la inglesa pura y autentica, quizá por ello, debo de reconocer que, aunque pueda parecer estática y poco técnica, si lo haces correctamente tiene su verdadero encanto y pone a prueba todos y cada uno de los instintos del pescador, que siempre debe tener en cuenta que, al desarrollarse a muchos metros de la orilla, la precisión y ajuste deben ser acciones primordiales para realizar las correctamente y con lo mínimos fallos posibles.
Una vez seleccionado el lugar donde se pretende pescar, el primer paso es ajustar el flotador o Waggler, debe quedar totalmente ajustado. Existen varios sistemas de plomeo pero su funcionamiento es muy similar ya que, esta modalidad, se trata mas que nada, de ajustar el flotador una vez depositada la emplomadura total o parcialmente en el fondo.
Unas vueltas a la manivela del carrete tensando el hilo y sumergiendo parte del largo mástil de pluma de nuestro flotador, disimulan el mal efecto que produce el flotador totalmente emergente sobre la superficie del agua, una vez depositada la emplomadura en el fondo.
A simple vista, todo esto se desarrolla de una manera sencilla, pero la situación cambia cuando con esta modalidad llegas a superar sencillamente con un poco de practica mas de los 40 metros en el lanzado y es que, para llegar a desarrollarla bien hay que ajustar bien varias acciones.
La primera de ellas el lanzado, este debe ser decidido, pero no brusco, preciso y concreto, siempre en la misma dirección tomando como referencia un punto concreto a lo lejos.
El segundo paso, el cebado, una vez cogida la profundidad y ajustada todo lo posible, proceso que, mediante el cual, debemos hacernos una imagen mental del fondo que tenemos delante de nosotros, así como sus posibles alteraciones de profundidad, algo que influye notablemente en la posición concreta donde debemos preparar nuestro puesto de pesca, debemos de cebar el pesquil, acción esta nada fácil, ya que, esta pesca.,a veces se desarrolla a mas de 50 metros de la orilla.
Un cebado concreto seria productivo, uno dispar, seria dispersar los peces con resultados negativos para la pesca ese día, esta, sin lugar a dudas es una de las acciones que mas hay que tener en cuenta cuando se pretende llevarla a cabo correctamente.
La acción del clavado, esta no debe ser brusca, debe realizarse de una manera progresiva pero a la vez rápida y decidida, es más en ciertos casos, con tanto lastre por el suelo, el pez llega hasta a auto clavarse solo, el largo bajo de linea que adherido a la emplomadura, que esta, suele ser montada con plomos esféricos perforados, amortigua la tensión del hilo, evitando la desconfianza del pez.
La primera emplomadura hace de retención al gran flotador ayudada por un pequeño macarrón de silicona
Uno de los plomeados para esta técnica, esta vez con un plomo perforado en lugar de esferas perforadas´
Para evitar eventuales enredos entre las dos emplomaduras debe haber al menos entre ellas un 40% mas de longitud que la longitud del flotador de inglesa.
Para una mejor visión del flotador a esas distancias se le suele acoplar al mástil un estabilizador de plástico de color llamativo o incluso un pequeño bulbo de madera de balsa o porexpan, la mayoría de ellos suelen fabricarse de modo artesanal. Los que personalmente prefiero, suelo elaborarlos y fabricados con plomo albergado en el interior del bulbo, un extra que me proporciona mayor distancia de lanzado y un perfecto ajuste en su flotabilidad.
Por tosca que parezca, esta es una modalidad de pesca que requiere una gran experiencia sobre todo en la acción de lanzado, cebado y clavado del pez, pero cierto es que. en ciertos días y en ciertos escenarios resulta muy productiva si se realiza correctamente y es que pescar con la emplomadura en el suelo adaptando el flotador se hace fácil, pescar a la Cacereña y hacerlo bien a esas distancias, requiere cuanto menos, ademas de experiencia,saber aprovechar las prestaciones de tu equipo más las sincronizaciòn de todas y cada una de sus acciones.
Gaby en la captura de una hermosa carpa pescada con esta técnica