lunes, 30 de septiembre de 2013

Flotadores de gamonita para la pesca con caña enchufable

          Hace años, en un olvidado cajón en el que mi padre solía guardar algunos de sus aperos de pesca, encontré unas viejas boyas que había fabricado él mismo.    Flotadores antiguos que, en su momento dieron su buen resultado, pero que, hoy en día, están ya casi en desuso.  Los fabricaba con los entonces, pocos apaños de que disponía. Una vieja navaja, un trozo de lija y algo de pintura, fabricaba los flotadores sin casi refinamiento alguno, sin grandes coloridos pero, tan efectivos como los que se  fabrican actualmente..


 Antiguos flotadores de gamonita  fabricados  artesanalmente

      Lo que mas me llamaba la atención era su fabricación, estaban hechos de tallo de gamonita 
Este tallo,se cortaba una vez había llegado a su madurez, era posteriormente secado y enderezado.

 Se seccionaba en pequeños trozos, dependiendo eso sí. de las dimensiones requeridas  para la elaboración  de los flotadores y una vez hecho esto, se ponían en un recipiente  con agua, agua  que, seguidamente, se ponía a hervir durante diez minutos, Terminado este proceso, los trozos de  gamonita estaban preparados para ser moldeados. 
    
 El Tallo de gamonita, es un material que se trabaja bastante mal debido a su dureza y escasa porosidad, lo que le da una  elevada  flotabilidad y una mayor  resistencia  y aguante. 

   Tanto es así que, actualmente, para la pesca de grandes peces.carpas o  barbos, peces que en su captura, estampidas y forcejeo, ponen a prueba  cualquier tipo de material por preparado que estè, últimamente, en cuanto a flotadores, ya no utilizo otros.

      Este flotador, fabricado con  material de  gamonita  (para el  cuerpo), alambre  acerada  para la quilla y  plástico para la  antena,  parece el  flotador  preparado  especialmente para este tipo de  especímenes.

 Su apariencia es tosca, poco refinada, pero ante peces de elevado tamaño, que muchas de las veces,  acaban rompiendo el bajo o la linea madre, si se pesca directamente, ante  estas  fugas que, destrozarían  el mejor de los flotadores, ante esto, no tienen  rival, es decir, ni se inmutan.


 Hace días, en una jornada de pesca con uno de mis compañeros habituales de pesca, Ruben , logramos hacer entrar en el pesquil una gran cantidad de peces de muy elevado tamaño,incluso ,algunas de ellas, carpas, superó 4 kgs de peso.

Esos peces, aquella mañana, en más de una ocasión, nos pusieron a prueba la resistencia de las cañas enchufables, de sus elásticos e hilos.  Hubo muchas roturas, tanto de bajos de línea, como de anzuelos  perdidos, cada vez  que, un pez de estas dimensiones escapaba, en el retroceso del elástico, el flotador, quedaba inutilizado, cosa bastante común, en estos casos.

 Me acorde que, en mi panier, había alguna que otra linea montada con estos flotadores de gamonita, Pescando con estos en las líneas, el problema desapareció y, actualmente, en ciertos escenarios, no usamos otros para la pesca con caña enchufable.



Uno de los flotadores utilizados  ese  día,


 Como no podía ser de otra forma, al ver el fin de semana  que se  avecinaba, primer fin de semana lluvioso del otoño, decidimos ir a probar suerte al embalse de Portaje, concretamente, una zona llamada "El  charco de la rivera de San Pedro ". 

  El agua estaba revuelta, debido a las ultimas lluvias del día de ayer, buscamos una zona, en la que justo llegábamos al centro de la misma  rivera con nuestras cañas.   Una vez hecho esto,tomada la profundidad, aunque,esta vez, con escasafondo, una vez más, tiramos de nuestro fiel aliado el ajustalineas, este, nos ayudo evitando los posibles enredos del incesante aire, además de poder acortar la bandera a nuestra merced.  

El sol, por momentos, salía a duras penas y hacia un incesante aire del oeste y, en el día de hoy, la temperatura había caído varios grados respecto a la del día anterior, la presencia de nubes hacia esperar que, en cualquier momento, se iba a poner a llover.



 Una vez montado  nuestro puesto de pesca y cebado posteriormente con harinas totalmente  naturales  notamos la presencia de  mucha actividad de pequeñas carpas que saltaban en todo el escenario, pero nuestro objetivo era otro, aunque sabíamos a ciencia cierta que, detrás de estas, llegarían las más grandes, las que,en realidad, deseábamos capturar.

 La mañana transcurría con innumerables capturas de carpas que entraban una y otra vez a nuestro cebo, en esta ocasión, maíz  dulce, utilizamos este cebo  para evitar carpas de pequeñas  dimensiones  ya que, al pescar con asticot, el tamaño de los peces era menor,  Todas ellas eran  devueltas al agua nada más ser desembuchadas, (acción muy recomendable  que últimamente estamos viendo con mucha asiduidad en  innumerables pescadores  deportivos) con la ausencia de rejones o butrónes en el agua, con esta acción, el pez vuelve rápidamente a su actividad normal, evitándole el estrés que  sufre tras horas encerrado en un butrón.

 Lo esperado no tardo en  hacerse notar, la presencia de carpas mas grandes, entraban en nuestro puesto de pesca, aunque no de las dimensiones que esperábamos, no hicieron pasar una, aunque fría y ventosa, agradable mañana al lado del agua.




 Una  captura de una de las  carpas de  la Rivera.

Y es que cuando las cosas se hacen bien, el resultado no puede  ser  otro.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Pesca, pasion y encanto!!





Es posible que, precisamente esta foto no diga mucho , es posible que pocos entiendan lo que algunos pensamos e incluso más de uno nos mirase raro al ver una de estas dos situaciones. La primera de ellas, la contempla un tipo, sentado en un panier con sus cañas montadas a la orilla del agua, viviendo cada domingo un precioso amanecer, esa fusión con la naturaleza, esa armonía, esa paz que transmite la situación, la leve brisa que empuja las primeras olas de la mañana, esa sensación de frescura que trae el nuevo día que ahora empieza, qué sorpresas traerá para él, es más, parece por un momento que la actividad que empieza a notarse por momentos te quiere demostrar su encanto, en esos momentos, escuchas y pareces oír algo en tu interior que, sólo pareces entender tú.

La pesca tiene esos momentos que algunos sabemos valorar, observando cada movimiento en la superficie del agua, aprendiendo a imaginar, agudizando los sentidos,intentando descifrar ese mensaje que nos expone en cada movimiento escuchando sus olas, en definitiva, aprendiendo a entender ese agua que, solo a algunos parece a veces entendernos.


    Por momentos, aparece el más  sabio y tierno de tus aliados, el viento, ese juglar  que te empieza  a susurrar al oído en un lenguaje imaginario que solo tú conoces, que te  hace soñar, apreciar lo que  la Madre  Naturaleza te brinda y ahora está exponiendo ante tus ojos su magia, una sana adicción  que te envuelve con su manto invisible de sanas ideas, que trae consigo para que tú elijas la que más te convenza, situación inexplicable , una bonanza después de una tormenta que pone al alcance de tu mano para que la disfrutes y sepas  valorar, situación  en la que todos  tenemos el mismo derecho e igualdad y que, por nuestro bien, a cambio, no nos pide  más  que una  cosa... respeto por ella.




La segunda foto es diferente, aunque se desarrolla en el mismo escenario, esa, es una prueba a la que todo pescador se somete,una vez personalizado tu día de pesca, escogido técnica, caña , cebado y cebo, una vez realizado todo esto es, es espera, es paciencia, tranquilidad, relax, ilusión y más que nada seguridad en uno mismo. Si el trabajo está bien hecho es cuestión de confianza, valoración de tus más preciados dones como pescador y sobre todo mimando y respetando el entorno y al ansiado pez que, con su picada y posterior captura nos haría disfrutar de una plenitud total acreditando el trabajo bien hecho.


La pesca no es sólo un deporte, es el deporte que, como la vida misma, te hace de cada día vivir diferentes ilusiones, con diferentes emociones con diferentes sensaciones, y,es que, si sabemos disfrutar de su encanto, para algunos de nosotros es... una filosofía de vida.