miércoles, 30 de julio de 2014

Sociedad de pescadores Río Alagón; Maratón de pesca 2014


      Una vez más, me acerqué al escenario del Cachón, esta vez, la Sociedad de pescadores Río Alagón, había organizado su maratón anual de 24 horas,  que suele ser ya una prueba habitual dentro del calendario de competiciones de dicha Sociedad. Con pocas prisas y con pocas ganas de  empuñar una caña en aquella  calurosa mañana del 27 de Julio, decidí dar un paseo por sus orillas y charlar un ratillo con algunos compañeros y asiduos pescadores a los eventos  de esta sociedad.

 Una ligera mirada, oteando  desde uno de los lugares con más altura al llegar al escenario, enseguida entendí que, mirando durante un par de minutos aquella tranquila  masa de agua,  pude comprobar que algo no iba del todo bien.



 Tras largas horas de pesca de los asistentes, ya que la prueba comenzó a las cinco de la tarde del día anterior, en algunos puestos de pesca se reflejaba una cierta pasividad, llegando a algunos de ellos a  utilizar cómodas técnicas de pesca como la pesca a  fondo o la pesca con cebador.

 Las largas cañas enchufables  aparecían   semi montadas y apartadas al lado de los panieres en los puestos de pesca, en algunas bandejas se podían observar algunas antenas sterlite  ya apagadas por el uso, que habían sido montadas en algunos wagglers de inglesa y empezaban a verse ya el montaje de algunos alimentadores o feeders en potentes cañas destinadas a la pesca  del legering  con cebador.

 Algunas pardilleras o minitalleras eran montadas esperando la picada de algún pequeño pez, pero tampoco en esta ocasión  la minitalla dio la cara. Grandes  bolas o  grupos de  cientos de alevines de peces gatos merodeaban por todo el escenario, moviéndose de un lado para otro, mientras algún taimado bass los miraba atentamente cerca de la orilla, en la capa mas superficial del agua.

 A lo lejos, en las zonas más centrales del charco, se veía el movimiento de algunas hermosas carpas boqueando sobre la superficie, acción que, a más de uno de los asistentes no parecía convencer.

Acercándome a algunos experimentados pescadores del escenario, no entendían en el día de hoy la reacción  de algunos peces, haciendo caso omiso a cualquier cebo.

Escenario del Cachon




 Carlos, mi compañero de fatigas, que en esta ocasión no se quiso perder el evento.



Fotos de algunos de los participantes

   Con pocas capturas, tras muchas horas de esfuerzo y espera, intentando pescar algún perdido pez en el extenso horario de competición, tras la escasísima actividad de los peces en esta prueba, en algunos de los asistentes empezaba  a reflejarse el cansancio y el desazono en el día  hoy, pescando en el más que desconocido escenario del Cachón.

 Escenario que muy de vez en cuando, debido quizá a múltiples razones que no llegaremos nunca a entender   días como este, ponen a prueba el aguante los participantes, entendiendo una vez más que, no todo es pescar, es participar y disfrutar de otros encantos, que bien  podían haber sido adornados con una buena actividad de capturas, pero que nos quedamos con lo práctico, buena convivencia y muy buena organización en este día, por parte de la Sociedad de pescadores Rio Alagon y también por aquellas personas que hacen posible que disfrutemos de mañanas como esta, si no es pescando, disfrutando al lado del agua cerca de un grupo de amigos  a los que les gusta  la pesca. 



Este pequeño lapicero también fue capturado en aguas del Cachón


 Algunas fotos de los familiares, amigos y asistentes al evento deportivo






Nos gusta la pesca .

miércoles, 16 de julio de 2014

Ball Maker o molde para la elaboración de bolas de engodos.

El Ball Maker, un practico utensilio importado de tierras inglesas, quizá su traducción mas exacta seria en nuestro castellano "molde para fabricación de bolas de engodo" ya que su traducción literal es:
 "hacedor de bolas", el cual no parece sonar del todo bien.

                                                               Ball Maker


Este pequeño útil, muy utilizado ya por algunos pescadores, con unos simples pasos a seguir, nos va a dar la posibilidad de elaborar nuestras bolas de engodo de la misma forma, peso y volumen, algo que, para cebar  a largas distancia, es un extra añadido nada despreciable, sobre todo, por los que nos gusta en ocasiones pescar a muchos metros de la orilla y necesitamos llegar a concentrar nuestro cebado en el pesquil lo más agrupado posible.
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 Pasos a seguir

Teniendo en cuenta sobre todo la textura de nuestra pasta, y como mayor aliado utilizaremos como siempre el pan molido, con el que conseguiremos, hacer unas bolas perfectas, e incluso añadiéndole, si es preciso, complementos a la mezcla como es, el maíz e incluso el asticot.



 Si la textura es la correcta, se puede incluso llegar a elaborar bolas de engodo con añadidos de cereales y cebos de origen animal.

 Existen en el mercado, diferentes formatos de este molde para la fabricación de bolas de distinto tamaño, aunque, el más común es, el de 40 mm como puede verse en la foto de inicio, pero también, los hay más pequeños, tanto para elaborarlas de 20 mm de diámetro, como de mayor tamaño, 60 mm.

Un utensilio que me convenció en mucho por su utilidad y simpleza y que posiblemente en poco tiempo, dará mucho que hablar, sobre todo para la pesca a largas distancias.

 De pesca en el embalse de Portaje.  


Una madrugada más, una mañana en las que el despertador suena  temprano, de nuevo con intenciones de pasar unas agradables horas pescando al lado del agua, el escenario escogido es el embalse de Portaje, precioso pantano, que si por algo me gusta, es porque da más de arena, que de cal. 

Muchas especies de ciprinidos habitan en él: bogas, carpas comunes y royales, nasones, barbos, carpines y tencas junto con algún centrárquido como el bass e incluso un gran número de engorrosos e insaciables percasoles.

 Pero, lo que si esta claro, es que parece ser que, tanto unas especies como otras, tienen un denominador común en estas aguas, si una especie te lo pone difícil, la otra se mide con el mismos desgano.

 Al ser un pantano de aguas totalmente limpias y oxigenadas, sin vertido ninguno, alberga una gran riqueza  de vegetación acuática, microorganismos e insectos, que bien pudiera ser una de las razones  por las que los peces, en muchas ocasiones hace caso omiso a nuestro cebo.

 Acercándome al pantano, con el sol aun  por salir, me di cuenta de que viendo el cielo todavía oscuro, había algo que me lo iba a poner mas difícil todavía, una hermosa luna llena brillaba sobre las aguas. Una vieja "creencia" rodea sobre muchos pescadores en este ciclo lunar, donde se dice que, la pesca  suele desarrollar su actividad más por la noche que, en las hora diurnas, haciendo escaso caso a ningún tipo de cebo.
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 Una vez elegido hoy el lugar para pescar, quizá condicionado un poco  por la situación de la fase lunar, me puse a observar detenidamente el pantano durante unos minutos, alguna carpa  emergía  y con discreto movimiento, enseñada su lomo a muchos metros de la orilla.  En el puesto de pesca que había elegido aquel día se veía el fondo claro, incluso a varios metros de la orilla.   

 La situación era la que era, había que probar, deseando saber que me deparaba el día, aunque casi a ciencia cierta sabia que al mirar a ese gran espejo de agua que brillaba con los primeros rayos de sol , me lo iba a poner bastante difícil si quería conseguir alguna captura.


 

  Un poco receloso por la situación, decidí probar con la pesca a la inglesa, monté una Comander, una caña de 14 pies (4,27m) una muy precisa caña de acción parabólica, montada con un sedal  de 0,14 de escaso peso, enrollado en un carrete con bobina  macht o de canal poco profundo y que lleva añadido un puente en 0,16 de algo mas de 11 metros para evitar posibles roturas en el lanzado.  Su acción es de 3 a 7 gramos y el flotador  elegido para hoy, iba a ser un bodied con estabilizadores en el mástil, con un peso de cinco gramos y soportando un lastre de casi tres gramos, de bajo de línea monte un 0´13 con un anzuelo de pata  corta del numero 14, sobrepasando con la punta el cebo, en este caso maíz con aroma a fresa, y es que, en esta vez, con hasta ahora  ausencia total de viento, parecía esta ser la caña y montaje  que mas respondía a las necesidades del escenario.

 Una vez sondeada la zona de pesca, unos casi  seis metros de profundidad  a unos 40 metros de la orilla, sabia que iba a ser un gran inconveniente si se empezaba a mover un poco el aire, con el empleo de tan poca  emplomadura en bajada y a tanta profundidad., no obstante, decidí arriesgarme.

Intentando hacer un cebado preciso, para lo que utilice el ball maker, seguidamente  lance la caña al lugar precebado, el cebo en esta ocasión, maíz  aromatizado con sabor a fresa, la pastura elaborada llevaba también  aditivo de fresa para una mejor adaptación del pez al cebo.

 Había pasado ya la media hora y tras alguna picada en falso, cuando la primera carpa era conducida hasta la sacadera, no sin antes forcejear lo suyo, y aunque sus dimensiones eran escasas, ya que, no llegaba al medio kilo de peso, a esta, al cabo de unos minutos, le acompañó otra de menor talla.

Parecía que de momento alguna pieza  se dejaba capturar, sin embargo, como se suele decir, "poco dura la alegría en casa del pobre", de repente un aire fuerte del  Este, entorpecía  la hasta entonces delicada situación.


A medida que la mañana iba avanzando, el viento soplaba con más intensidad

 El flotador era levemente arrastrado por el aire y el hilo tardaba en sumergirse, lo que me ocasionaba  a esa distancia de pesca, más de una engorrosa panza en la trayectoria del sedal, tras varios minutos intentándolo,  baje aún mas la emplomadura activa hasta el fondo, aun así, el esfuerzo era infructuoso, el arrastre lateral podía con el montaje.

  Sin darle mas vueltas al asunto, monté otra caña inglesa, esta vez  una Artax 980 /No Limit, de 14 pies, también con acción semi parabólica, sinceramente uno de mis dos caprichos en cuanto a cañas inglesas se refiere.  Con esta caña la situación cambiaba, montando un hilo de 0`16 con un puente unido de igual modo que la anterior de unos 11 metros de 0'20 y con un carrete similar, intentaba de nuevo volver a pescar en la zona de cebado.
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 Esta vez, el flotador  artesanal era un bodied, plomeado interiormente en su bulbo, con un peso de 15 gramos, más un aguante de unos nueve 9 gramos de lastre que coloque en la linea, situando dos gramos en la emplomadura pasiva y siete en la activa, esta emplomadura activa, montada con diferente bolas esféricas, seguida con un bajo de linea de 0,15 y el mismo número de anzuelo que la anterior, el cebo seguía siendo el maíz aromatizado, pero esta vez, frenado en la punta por un pequeño maíz de gorma o cebo biónico, para impedir su salida del anzuelo en el lanzado.

                                                     Maíz utilizado como cebo

Tenia hecha una imagen mental del pesquil anteriormente cebado, pero una vez lanzada la caña , me asegure una vez más de ello con el uso de del ball Maker. Gracias a la elaboración idéntica de las bolas de engodo, su cebado es tan preciso, que tomando igualmente el mismo punto de referencia del inicio de  la jornada de pesca, y usando el mismo tirador, sinceramente pienso que, con un poco de cuidado, en la medición del fondo, la distancia de pesca, no era muy diferente de la anterior.  

 Con un poco de paciencia, conseguí capturar tres carpas más en la calurosa y airosa mañana que, aunque no eran muy grandes, el esfuerzo por conseguirlas, al final había merecido la pena


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Sinceramente, el llevar los montajes hechos de casa nunca  me acabo de convencer y pienso que, ese tiempo que se pierde en montar cada día, a modo personal, viendo las condiciones del escenario, la actividad de los peces, las condiciones ambientales, personalmente, lo tomo como un reto más en cada día, aunque se pierdan varios minutos en el montaje, porque seguramente acabaran dando sus frutos a lo largo de la jornada de pesca.

 Si las pesca fuera un deporte simple, a algunos no nos gustaría tanto.