jueves, 24 de septiembre de 2015

Feeders y tubos antienredos


  Feeders, cebadores, alimentadores, pasturadores etc, son todos nombres válidos para designar a este práctico accesorio portador de alimento o cebo. Éste hace una perfecta función de reclamo para intentar atraer al pez cerca de las inmediaciones de nuestro cebo.
                                                                                          

Diferentes tipos de cebadores o feeders


Generalmente están fabricados plástico, metal o  maya de alambre y los hay de muchas formas, aunque todos ellos responden a un denominador común, portar su carga hasta el fondo. Dependiendo de su forma, son útiles para diferentes funciones.

 Se dividen en dos familias: cebadores abiertos y cebadores cerrados.

Algunos llevan su  peso incorporado que suele ser de plomo o hierro, son los llamados "cebadores plomados".

 Con ellos se pueden efectuar lanzados más largos y además de conseguir que queden totalmente inmóviles en el fondo. Este peso añadido evita el desplazamiento de este en corrientes fuertes o sostenidas, y con ello esparcir su contenido en un radio de acción en estos escenarios, lo más reducido posible.

Estos son algunos de los que yo utilizo:

Cebadores cilíndricos sin peso incorporado





Suelen ser de buenas dimensiones y generalmente se utilizan para precebar el puestos de pesca en los primeros lanzados.

Su manejo y utilidad requiere una cierta destreza, más que nada, debido al gran peso que porta.

Este cebador, si se usa correctamente, es ideal para hacer un precebado rápido de la zona de pesca que se pretende pescar.

Si la mezcla está bien hecha, un simple tirón sobre él, una vez asentado en el fondo  es suficiente para descargarlo.

 Es un cebador de los llamados mixtos, ya que se puede utilizar para alojar en él harinas mezcladas con larvas y maíz u otros cebos vegetales. 

  Cebadores de muelle, plomados y no plomados





Un cebador básico, muy fácil de hacer, pero de los más funcionales, muy utilizado desde siempre, es ideal para mezclas sobre todo de harinas finas y pan. Para conseguir que la mezcla se disperse antes, les suelo añadir a la mezcla un poco de harina de maíz o arena anteriormente tamizada. 

En sus tallas más pequeñas se le puede incluso utilizar conjuntamente con wagglers o flotador de inglesa.


Cebadores con resorte o espiral





Este alimentador se usa mucho para  la pesca de minitallas o peces pequeños. Su espiral cerrada hace posible la retención de la mezcla mayor tiempo, para él se aconseja elaborar mezclas con engodos muy finos o mezclas de harinas muy tamizadas.

 Cebadores abiertos tipo globo o combado



Son cebadores muy polivalentes. Se les puede utilizar para todo tipo de mezclas con larvas incorporadas e incluso granos de maíz.  Su carga se efectúa de una manera muy rápida, así como en su descarga, ofrece una buena retención al desprendimiento de la masa.

Se utiliza mucho en escenarios poco profundos donde el oleaje suele ser muy constante.

Cebadores de rejillas plomados triangulares




 Dado su tamaño y peso añadido de este cebador  y con una buena base de asiento, aseguran una muy buena estabilidad sobre todo en lugares de fuerte corriente, al estar abiertos lateralmente dan la opción de poder cargarlos de forma mixta.

Cebador conocido normalmente como cebador de cacillo o cesta
                           



 Este cebador es perfecto, sobre todo en sus medidas más grandes para el uso del cebado con larvas de gusano encolado, si se usa en corriente se le debe de añadir gravilla a la mezcla


                          Cebador rectangular plomado



De forma rectangular, prácticamente desempeña una función muy similar al de cacillo, el mismo material con distinta forma.

Cebador Rocket (cohete)




Este cebador tiene una característica diferente a los demás dada  su construcción, el posicionamiento  de forma oblicua en el lecho del río, asegura una rápida descarga  de las larvas.

Cebadores plomados de plástico abiertos.
                               



Este cebador se puede utilizar abierto tanto para larvas de gusano encoladas como para el uso de las dos cosas a la vez, masa o engodo y gusano suelto.


 La ausencia de paredes laterales de este cebador se llega a  suplir con el sellado con engodo en sus lados a la hora de cargarlo o llenarlo.

Cebadores cerrados para larvas





 Son plomados, se suelen cargar con larvas de gusano sueltas, en ocasiones para  retrasar  su salida se les suele tapar parte de sus orificios externos



 Cebadores tipo Método





Del mercado inglés nos llega una de las últimas innovaciones en este campo, los cebadores de  método. Estos cebadores están compuestos de dos partes; una que es un molde que se llena de nuestra mezcla y la otra, el mismo cebador. 

Sobre este molde, en el que, en su fondo vamos a colocar nuestro anzuelo con el cebo insertado, añadiremos nuestra mezcla. Sobre él, colocaremos nuestro cebador presionando sobre ella y si la mezcla esta bien hecha, al desprender el cebador del molde, este, tendrá alojado en su lomo el anzuelo, con nuestro bien presentado cebo.

Un cebador diferente, alojado este en un tubo antienredos son cebadores para minitalla



Este tipo de pequeño cebador o muelle va alojado en un pequeño tubo antienredos, lo utilizo solo en jornadas  en el Rio Alagón cuando intento pescar alburnos a Legering.

Se le carga con masa de pan, generalmente saborizada con algún potenciador de sabor natural, anís, canela, etc.

 A este sistema se le acopla un bajo de linea corto de escaso diámetro y normalmente uso un anzuelo fino del nº18 y con una caña con frágiles punteras o con la swing tip, si se realiza correctamente, es una de las modalidades de pesca más seguras y atractivas.

Tubos antienredos




Existen en el mercado gran cantidad de montajes, para conectar el cebador a la línea, casi todos formados de la misma línea o incluso añadiéndole puentes de diámetro superior, para tirones, emerillones de montaje corredizo, triples lazadas, doble bucles, etc. En algunos casos conectados a ella por medio de unos quitavueltas, que no deja de ser un trabajo laborioso y que en ocasiones lleva su tiempo, algo que muchos pescadores no están dispuestos a  realizar.

 Pero en esto de la pesca, casi para todo hay soluciones, una de ellas, está relacionada con los montajes rápidos de los cebadores o feeder sobre la linea, son unos tubitos huecos que llevan alojado un emerillón de enganche en su parte superior que se les llama tubos antienredos.

 Los hay de diferentes formas y longitudes y todos en si desempeñan una igual y cómoda función, aparte de una conexión rápida, evitar eventuales enredos en nuestro aparejo a la hora del lanzado. 

Tubo antienredo con cebador

                            


Sin embargo la vieja escuela, nos deja algo mas sencillo y práctico, sin necesitad de muchas complicaciones, sin tener nada que envidiar en resultados a los sistemas más actuales.

 Son cebadores a los que se le aloja un tubito interior hueco, su funcionamiento es el mismo que los de los  tubos antienrredos pero ya que, la carga la llevan centrada sobre su medio, con estos su propulsión y lanzado es mucho mas fiable y exacto que con los conectados lateralmente en deriva.

Algunos cebadores con tubo hueco interior

              

                                  


Existen el en mercado actual gran cantidad de cebadores de todas formas y maneras, esta quizá solo sea una pequeña parte de ellos y los que yo habitualmente uso. Lo importante no es la diferencia entre lo bueno o lo mejor, lo importante es saber adaptar cada uno de los modelos ya sean unos u otros a cada una de las necesidades, peces, escenarios y situaciones que se presenten.

Estas pequeñas diferencias entre usar uno u otro pueden diferenciar el transcurso de una jornada de pesca. 

En el mercado, salen cada día nuevos cebadores  cada vez más prácticos y funcionales, es algo que nunca debemos olvidar, aunque, para algunos de nosotros, la simpleza prevalece ante la tentativa oferta, pero precisamente es por eso, por lo que la pesca después de tanto tiempo no se nos vuelve monótona y sigue despertando en nosotros siempre tanto interés.




 Este pequeño articulo me gustaría dedicárselo a un profesional de la pesca del Legering con feeder, un desinteresado profesional, Fº Manuel Vazquez Cortés, y como ha demostrado en muchas ocasiones un maestro de esta modalidad.



lunes, 21 de septiembre de 2015

Pesca al Legering con Feeder.

Los que conocemos el embalse de Portaje, si hablamos de la zona de la Ribera de la Atallisca y concretamente de la zona de la alambrada, pasada la pequeña bahía, de la que emergen actualmente dos postes de una antigua portera, enseguida nos viene al mente una imagen de una gran explanada cubierta de agua y con escasa profundidad.

A muchos metros aguas adentro pasa la Ribera de la Atallisca y, raras veces y solo quizá en algunos puestos, cuando el embalse se encuentra en capacidades mínimas, desde este punto concreto se puede llegar hasta su lecho.



  Zona de las Pizarras pasando la pequeña bahía junto a la alambrada, al fondo la Ribera de la  Atallisca.

  Esta zona concretamente, ofrece una preciosa visión a primera vista, sin embargo su fondo, como en la mayoría de las zonas de este embalse próximas al muro de contención, es muy normal encontrar grandes pizarras en las que además de perder más de un hermoso pez que se refugia en ellas, ocasionan innumerables anclajes del aparejo en el fondo.






 En la tarde de hoy, me acompaña Antonio, uno de mis compañeros habituales de pesca y con el que, desde hace muchos años me une una gran amistad, Pescador de la vieja escuela, pero siempre innovando en sus acciones, le encanta pasar una buena tarde de pesca sin prisas y charlando con sus amigos.

 Había quedado con él para pescar en esta zona para pescar al Legering, pero personalmente, le encanta la pesca al Legering con las punteras de swing tip, modalidad esta, a la que le añade siempre un  feeder o cebador.



 Septiembre suele ser un mes en el que los ciprinidos están muy activos y en los parones de brisas  muy comunes en sus días calurosos, este sistema resulta ideal para vencer su desconfianza a la hora de succionar el cebo.  Pero él, es de los que dicen que, si lo bueno es simple, dos veces bueno.

Desde el primer momento que le monté un cebador  de muelle con bajo lateral, no usa otro tipo de feeder.

Como él mismo dice, este sistema tan simple, no se enreda  y asegura una correcta presentación del cebo a escasos centímetros de cebador o feeder.
                                                                           Arriba  puntera Swing tip


                            
                                             Cebador o feeder con bajo lateral


 De pesca en la zona de las Pizarras

La idea de intentar llegar hasta el fondo de la lejana ribera que se retuerce interiormente, hacia su vertiente izquierda, o sea, la orilla de enfrente a donde nos encontramos hoy, no se me iba de la cabeza.


 Esta idea, me vino a la mente después de ver que un elevado oleaje a favor empujaba hacia ella.

Es algo que no me ha gustado nunca (pescar a favor del empuje del viento)  y, ya que estábamos allí, intentaría llegar lo mas lejos posible intentando con una caña inglesa llegar lo más cercana  a ella.

 Con esta caña sabría enseguida si llegaba al centro de la antigua Ribera.

Una vez efectuado los primeros lanzados precisamente con una caña inglesa de 14 pies de acción semiparabólica con un hilo de escaso diámetro y peso, me di cuenta que no conseguía con todo esto llegar a ella, entonces solo me quedaba adaptarme a la situación y así lo hice.

 Escasamente 3 metros de profundidad  le lograba  arrancar a la llanura de las pizarras a muchos metros de la orilla. No era lo que quería pero, esta vez la Ribera se quedaba muy lejos, aún para mis  largos lanzados, pero aún así decidí  probar.

Antonio, por su parte, seguía en lo suyo, probando  a unos 30 metros con su cebador y nada más empezar, pudo comprobar que en su puesto de cebado había actividad, con varios toques a su oscilante puntera a intervalos regulares.

El constante aire no lograba esclarecer sus, hasta entonces, sutiles y tenues toques  hacia la puntera de su caña.

 Tras varios minutos, vi mi flotador desaparecer entre las aguas a una gran distancia de la orilla, conseguí clavar un enorme carpín cercano a los dos kilos de peso.

A los pocos minutos, una segunda picada de un pez seguro de buenas dimensiones, tras unos segundos de forcejeo encalló en el fondo, haciéndome perder con ello, el astuto pez y el aparejo completo.

Mirando por unos momentos a Antonio, que no se sentía muy cómodo con los pequeños tirones hacia su puntera, decidí no montar más la caña inglesa y ponerme a pescar como él, pesca al legering con cebador.



Puntera con resorte o muelle 
 Sin embargo, pescaba a más distancia  que él, en mi caso, monté  una caña con una puntera con resorte o quiwers con muelle y quizá pensando un poco en la desconfianza de los peces,que pudieran llegar a ser incluso pequeños carpines, decidí montar un cebador con doble lazada y anzuelo corredizo de ojal.  

  Este sistema de montaje, como hemos podido comprobar en muchas ocasiones, es ideal para peces desconfiados y que muestras mucho desgano a la hora de tomar el cebo.


Cebador o feeder con doble lazada y anzuelo de ojal .

 Par llevar a cabo esta pesca con este tipo de cebadores, siempre utilizo como mezcla natural para su carga, una mezcla compuesta de pan rayado, recortes de pastelería en su mayoría bizcochos y vainilla, esta  mezcla le resulta al carpín muy atractiva, siempre me ha dado unos resultados muy positivos en su pesca.




La tarde  empeoraba por momentos,y lo que parecía una airosa, pero tranquila tarde de finales de verano, acabó en unos minutos enturbiándose con un nubarrón que nos descargó un buen chaparrón en unos instantes,

Tengo comprobado en más de una ocasión que, durante estas perturbaciones no suelen picar los peces, este movimiento de inestabilidad por momentos parece incomodarles, aunque pasado este tiempo puede cambiarte la jornada de pesca en cuanto cese la perturbación, su actividad se acelera en cuanto la calma aparece.

Es posible que, la actividad de estos peces, guarde alguna relación con la caída de insectos al agua durante la lluvia y acelere de forma natural su instinto a la hora de buscar comida, esto es algo que difícilmente sabremos, pero la mayoría de las veces, así ocurre.
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 Pasado el golpe de agua, como preveía, la situación cambió totalmente, el oleaje cambió de sentido y venía una hermosa brisa hacia  nuestro puesto de pesca.

 Conversando con  Antonio, de la bonita situación que se nos acababa de presentar intuía que aquello iba a ir a mejor.

 No habían pasado cinco minutos una hermosa carpa de más de dos kilos, ponía aprueba  a mi compañero Antonio, que, después de un largo forcejeo consiguió meterla en la sacadera. La situación ahora, con el cambiado oleaje era muy diferente, de hecho, en unos instantes pude comprobar una picada de otro hermoso carpín, que una vez capturado, intuimos pasaba  sobradamente del kilo de peso      
                                                              Antonio con un buen ejemplar de carpa capturada en la zona de las pizarras


Las picadas, una tras otra se iban sucediendo y los carpines no se resistían al engañoso cebo


Un precioso carpin de buenas dimensiones 








                Pescando en la zona de las pizarras

 Finalmente, una tranquila tarde acababa apagándose, dándonos a entender que, en la pesca todo es posible. La constancia y la paciencia con virtudes necesaria que todo pescador tiene que entender.

Una tarde más en buena compañía, un objetivo más cumplido, una charla entre amigos compartiendo afición y ganas, un buen bocadillo y como no, unas cervezas, necesitamos algo más?

 Me fui a casa conforme, seguro que Antonio, también.!!



La ultima foto mientras recojamos el equipo, viendo el tranquilo escenario nadie diría que por éste, hubieran pasado en la tarde de hoy, tantas pequeñas grandes cosas.

 Es pesca y encierra muchos encantos.

Dedicado a mi amigo Carlos Estupiñan.

martes, 8 de septiembre de 2015

Pesca con Fix float // El pantano de las Pedrizas (Calzadilla)

Conversando días atrás con un familiar, al que, igualmente que a mí, le encanta la pesca, me comentó que solía ir de pesca, con asiduidad, a un  pequeño embalse que había en la vecina localidad de Calzadilla.

Pantano este, que años atrás era un atractivo escenario de pesca en el que había una gran cantidad de peces, en este caso, carpas royales.
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Según me decía, tiempo  atrás, podías llegar a disfrutar de una  bonita jornada de pesca, pescando en sus aguas.

 Eran carpas de escasas dimensiones y raras veces tenían las medidas mínimas. A medida que estos peces, con el tiempo, iban aumentando su tamaño, como es natural, las capturas empezaban a decrecer.

 Durante varios años, según  me contaba, la situación fue muy similar en cuanto a capturas, llegando hasta el punto de hoy en día, de incluso llegar, en más de una ocasión, a venirse para casa sin ninguna picada a lo largo de la mañana.

 Esto, para mí, es argumento más que suficiente para al menos intentar pasar una mañana de pesca  en sus aguas, hablo del Pantano de las Pedrizas,



  Este pantano, lamentablemente, en la actualidad, debido a la escasez de lluvias en el pasado invierno,se encuentra con muy poca agua, con poco más de 1/4 de su capacidad total


Pantano integrado a la sociedad de pesca de dicha localidad, formado por la retención de un regato tributario del arroyo Patanas.

Con escasa profundidad actualmente, ofrece al pescador un paraje tranquilo muy cercano a la localidad y poco frecuentado últimamente por pescadores locales, ya que, esta sociedad tiene muchas charcas acotadas  para el disfrute de la pesca de la atractiva tenca, derecho de pesca que, solo tiene concedido a los pescadores locales.

 Sin embargo, el pantano, si está abierto para la pesca bajo el correspondiente permiso


Bonitas carpas de Galicie viven en sus aguas

 Conversando con un pescador local unos días antes, me dijo que carpas grandes había, que se las veía saltar muy de vez en cuando, pero que, picar no tenia constancia de que se hubieran sacado.

 Sin embargo, algo me dijo este pescador, conocedor del lugar, que me indujo a pensar que si lo hacia bien y conseguía encontrar la base del regato, pues había pequeñas pozas que diferenciaban bruscamente el lecho de este, sobre todo en días cálidos, las carpas no andarían muy lejos.

Con la poca información que disponía sobre él y su pesca, decidí, la mañana del martes,(festivo en la comunidad Extremeña) acercarme hasta sus inmediaciones.

 Tras pasar por la localidad de Calzadilla, una pista forestal nos lleva hasta el pantano, al llegar a él, decidí pasar a su margen izquierda, quizá huyendo del sol de cara que empezaba ya a dar señales de su salida.


Pantano de las Pedrizas, margen izquierdo.


Por un momento, y dada la escasísima actividad que pude comprobar en minutos observando el entorno, dudé un poco si de verdad, los comentarios  anteriormente oídos eran ciertos.

 Este  pequeño pantano, se encuentra muy desprotegido ante el abusivo ataque de cormoranes en tiempo de invierno, sin ningún tipo de protección  de vegetación o rocas sumergidas, aun así tenia que intentarlo.

Una leve brisa del Sur irrumpía, la hasta entonces, tranquila mañana y, la que iba a aprovechar para intentar realizar la modalidad de pesca con la que pretendía conseguir alguna captura en la mañana de hoy, la pesca a la inglesa con Fix float.

Esta idea, la de usar esta modalidad de Fix float, fue debido precisamente, a que la llevamos a cabo con bajos de linea muy largos, en ocasiones en algunas zonas en el Río Alagón supera el metro de longitud.



 La pesca a la inglesa con el Fix float


 Como su nombre indica, el Fix float, es un accesorio utilizado mas que nada, para fijar el flotador a la linea, sin que de lugar a desplazamientos innecesarios de este sobre ella, que pudieran ocasionar los continuos lanzados.

Su montaje sobre la linea es fácil, simplemente se suele bloquear mediante una pequeña lazada y frenada por un capuchón externo que la inmoviliza el montaje sobre la línea.




Fix float

Esta modalidad de pesca, se lleva a cabo con cañas inglesas de acción parabólica (1 a 6 gramos) y de acción media (de 7 a 15 gramos), de longitudes entre 12 y 13 pies (3'60 m y 3'90 m indistintamente) y ocasionalmente  se utilizan de 14 pies (4´27 m).

Sin embargo, en la pesca con Fix float, su uso, se puede utilizar en varios estilos de pesca, la más usada, es la que se realiza a pocos metros de la orilla (no más de 20 metros) con flotadores de escaso gramaje que aguantan poco lastre, (3+1/ 4+1 / 5+1 etc), donde se realiza continuamente un cebado a base de larvas de gusano. El plomeado, a modo de rosario, con pequeños plomos insertados de mayor a menor  según se acercan al bajo de linea, conectado este a la línea  por un microemerillon y distanciados entre si unos 20 o 25 cm, para favorecer una caída lenta del cebo. En ocasiones, si se hace bien, con el continuo cebado, en escenarios donde la comida para el pez escasea, el pez sube incluso a tomar el cebo a cierta altura.

 Tiene mucha similitud con la pesca a la Franglesa, aunque hay algunas diferencias, sobre todo, en flotadores.  Los de franglesa suelen ser tipo insert, el plomeado suele ir con dos bloques de plomeados, el pasivo agrupado,  aunque el activo es  muy similar y en la fijación del flotador en la franglesa, lo bloquean tres plomos, dos por debajo del flotador a 1cm de este y por arriba uno, a la misma distancia, que bloquea su recorrido. 

Sin embargo, la que a mi, personalmente me gusta, muy utilizada en otro tiempo en el rio Alagón en la zona de la Barranca, es la pesca con Fix float a larga distancia, aquí, la ejecución de sus acciones debe de ser lo más precisa posible, ya que se llega a pescar, a veces a más de 50 metros de distancia de la orilla. 

Sus flotadores son mas grandes y su bajo de linea suele ser mucho mas largo, con un poco de experiencia, se puede incluso pescar en profundidades superiores 1/3 a la longitud de la caña, sin que de lugar a eventuales enredos en el lanzado. Simplemente, tener en cuenta que, la acción del lanzado empieza, justamente con la puntera de la caña en el agua o cercana a ella, se debe estirar la linea en vertical antes del lanzado, tendida esta sobre el agua y hacer un lanzado rápido pero sin brusquedad.
  


Distintos flotadores que utilizo para la pesca con Fix float

Es ideal sobre todo en ríos de corriente lenta, es una pesca de arrastre, de mínimo movimiento y requiere una cierta precisión en el lanzado y puesto que se realiza a muchos metros de la orilla, sobre todo un decisivo clavado.

 Pero volviendo al tema, en esta ocasión, se me ocurre la idea de utilizarla de un modo similar pero cambiando algunas funciones, para ello debo modificar algunas acciones.

La razón de esta idea, fue debido al comentario del pescador lugareño que me hizo pensar en el arrastre del cebo por el lecho del regato, con pronunciadas pozas, intentando evitar las pasadas arrastre"en vacío" sobre su fondo, ayudado del largo bajo de linea.

 Un par de pequeños perdigones de plomo (plomos de toque) a unos 30 cm del anzuelo, serian los encargados de posicionar el cebo en el suelo y frenar su arrastre.
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La carpa, aunque golosa de pequeña, no le gusta mucho el que su comida se mueva y prefiere los cebos casi inmóviles.

Tras varios minutos montando el sencillo puesto de pesca, seguía sin notar actividad alguna, pero aun así, decidí hacer el montaje con el Fix float.  Seguidamente después, le monté un waggler (flotador de inglesa) estilo bodied, fabricado en madera de balsa en su totalidad, con su mastil reforzado interiormente y de carga 11+2 gramos, preparado este, para lanzados largos en escenarios de poca profundidad.



Este flotador tiene reforzado interiormente su mástil,con ello se evita que, su largo mastil se rompa en el lanzado.

Para el cebado, decidí preparar un poco de pan rayado mezclado con harina de maíz, un bote de cañamón, un puñado de larvas de gusano y un bote de maíz, lavado anteriormente unos minutos en el tamiz dentro del agua.

 Mezclado éste, le añado un poco de batido de vainilla para hacer la mezcla un poco más aglutinante.

Una vez hecho esto, continué  tomando una referencia y observado la orilla de enfrente, buscando siempre la parte en la que dicha orilla me diera indicios de caída o descenso brusco hacia el agua, así me delató enseguida la ubicación del lecho del antiguo regato.

Tras lanzar el aparejo diferente distancias, una de las veces, se sumergió el flotador por unos momentos, acabando unos metros después apareciendo levantado en exceso, (indicio este que, me demostraba la acumulación de tierra o arena al final de la supuesta hendidura, formado esta, tras el empuje del agua en la invisible poza en el lecho del río).

Este flotador estaba mínimamente sobrecargado en lastre y lo que el viejo y sabio pescador me dijo, acababa de aparecer, una escondida poza se había dejado notar,

En el siguiente lanzado pude comprobar que esta diferencia de fondo no se diferencia poco más de un metro en cuanto a profundidad, pero para lo que quería, era fondo más que suficiente.

Y así lo hice, pero esta vez  deje sobrecargado el flotador con un plomo de lagrima de 0'50 gramos a 20 cm de los dos plomos anteriores de toque y a una distancia de unos 50 cm del anzuelo.

En la emplomadura pasiva, la más cercana al flotador, estaba formada por dos perdigones esféricos BB de 0'80 gramos cada uno de ellos.

La intención de esta forma de plomeado era porque quería que, el empuje del oleaje superficial desplazara el flotador que arrastraba al aparejo hasta la poza.  El arrastre llevaría la linea en oblicuo y al tocar el plomo de lágrima el fondo arenoso de final de la poza, el flotador emergería un poco,  aguantaría la tensión del empuje del oleaje y el bajo de linea, al trabajar en oblicuo, (arrastrado este por el flotador) acabaría justamente en el lecho de la poza.

Había que sincronizar varias acciones pero, era un reto más y tenia que intentarlo.si lograba frenar progresivamente la caída de la linea en el agua tras el lanzado y conseguía sumergirla rápidamente, lo demás vendría rodado.


 Siguiendo mis acostumbradas pautas de precebado, marque la distancia exacta de lanzado y me dispuse a cebar el puesto de pesca.
    
Los lanzados, los tenia que efectuar unos metros a la izquierda del centro del cebado, para intentar que le diera tiempo al aparejo a bajar suavemente, mientras que, el oleaje movía el flotador hacia abajo y diera tiempo a posicionar el cebo en el sitio que pretendía, en el centro de la hendidura de la poza, que, bajo mi punto de vista y observando las reacciones del flotador, media algo mas de tres metros de longitud.

Hecha una imagen mental del fondo y cebado con anterioridad, me dispuse a pescar.

 Lanzando la caña al sitio deseado, tras un momento de recorrido el flotador emergió 1/4 parte de su mástil, un poco en oblicuo, con un constante y mínimo vaivén propiciado por el escaso oleaje.






 A lo lejos, se nota el mástil del flotador emergiendo en oblicuo

Solo quedaba esperar, pasados unos quince minutos, vi desaparecer el flotador, pero dudoso, al subir este seguidamente no me arriesgue a clavar y espere unos minutos más, pero sin reacción alguna.

Mi sorpresa fue que, tras recoger por primera vez, en el anzuelo no quedaba más que la cáscara o piel del grano de maíz, la pequeña larva de gusano que coloque a su lado, también había desaparecido.

 Al menos algo había hecho desaparecer el cebo, pero con un bajo largo, arrastrando la mayor parte de él y a esa distancia, unos 45 metros, (según los marcajes de mi sedal) no es fácil la acción del clavado.

Viendo esto, decidí cambiar el cebo usando un par de larvas de gusano en un  fino anzuelo del nº 16, insertados a la inversa el uno del otro.

 La primera picada la detectó el flotador en la misma bajada del cebo, (picadas en descenso) es posible que, incluso no llegara el cebo a su lugar de destino.

  Esto me daba a entender que pequeñas carpas merodeaban cerca del cebado, al momento una pequeña carpa de poco más de 300 gramos entraba en la sacadera.




 Pero esto no era más que el inicio de lo que luego acabará ocurriendo después,

  Usando unos guantes de látex, preparé un poco de larvas de gusano (asticot) encolado con gravilla y lo lance en tres o cuatro bolas a la zona de cebado, si quería coger peces mas grandes, debía retener primero a las pequeñas carpas en el cebado.

A intervalos regulares iban sucediéndose las picadas, dándome a entender que, las carpas estaban  entrando  al cebado y que ya, seis de ellas, habían acabado entrando en la sacadera.

 La apacible mañana acaba enturbiándose con la aparición de nubes y viento constante y el wagglers  montado de madera de balsa, cada vez le costaba más estabilizarse en oblicuo, llegando por momentos a desaparecer entre el oleaje.

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 Esto, me agrado en parte por que sabia que, con mas oleaje entraría tarde o temprano la carpa más grande, aun a sabiendas que la pequeña iba a desaparecer del escenario.


Este cambio me hizo modificar tres cosas; la primera el plomeado bajando mas lastre a la emplomadura activa( la cercana al anzuelo), el anzuelo y bajo de linea y lo mas importante, el flotador o boya de inglesa.







 A ciertos flotadores les tengo adaptados unos estabilizadores de madera de balsa sobre su mástil, de diversos coloridos, graciosamente los llamo "las Plumas Cherokee" pero  para estos casos y pescando con esta modalidad de Fix float, el empuje lateral del oleaje no logra hundirlos y delatan  perfectamente la picada, además de darle mas carga de lastre a la emplomadura,



Ahora la situación de pesca era diferente, la emplomadura, con  más de el doble de lastre y el plomo de la activa, en este caso una lágrima, superaba el gramo de peso.



Las picadas disminuyeron a lo largo de la mañana pero eso si, las cuatro carpas que conseguí capturar después  superaban el kilo y medio de peso, y como por arte de magia, la carpa más menuda desapareció del escenario, sin embargo a la carpa de mayor tamaño parece agradarle esta situación  de inestabilidad y fuerte oleaje y por alguna extraña razón, parece demostrar más actividad y entrar con menos desconfianza hacia nuestro cebo.





Mi experiencia personal me dice que la carpa y, más si es de buenas dimensiones,  no quiere los días calurosos y calmados,  Y el oleaje, si no es en exceso, en este pez, condiciona muy favorablemente su actividad, así como sus ganas de tomar el cebo


  Entretenida, al menos la mañana, sin excesos, pero siguiendo las palabras y comentarios de quien más saben, pacientes y viejos pescadores de fondo, a los que nunca debemos ignorar, con muchas horas de orilla y a los que nunca me canso de escuchar y aprender de ellos.

 Y es que, me gusta que me cuenten,,,



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