domingo, 4 de diciembre de 2016

Sociedad de Pescadores Virgen de la Vega , Copa Master 2016 - -4 / 12 / 2016







 Copa Master 2016, disputada el 4-12-2016, en el escenario del "Charco del Puente"de la Rivera de Gata a su paso por Moraleja.

 En ella compiten los diez pescadores mejor clasificados a lo largo del año de las pruebas puntuales que organiza la Sociedad de pescadores Virgen de la Vega.

Espero que os guste.



domingo, 20 de noviembre de 2016

Sociedad de Pescadores Virgen de la Vega / Rivera de Gata , Moraleja //Concurso fin de temporada

Mañana caprichosa de lluvia y frío, propia del mes de Noviembre. Parecía querer decir adiós a esta estación de Otoño y hoy, da los primeros síntomas de cambios, advirtiendo de la llegada del invierno.



Rivera de Gata, zona de la curva

Los peces notan estos cambios, y su comportamiento es diferente. No se encuentran tan  móviles y activos, e incluso de muchos de los lugares que frecuentaban en días anteriores, desaparecen.

El escenario de la Rivera de Gata, es uno de estos lugares donde estos cambios repentinos se hacen notar. La profundidad de sus aguas, la influencia de la fase lunar e incluso la rápida subida de caudal por el vaciado de sus muchos regatos tributarios que produce su cuenca, entre otras cosas, son condicionantes muy comunes que dificultan en este tiempo su pesca.

Los pescadores de sus riveras conocen estos matices y su pesca ha evolucionado tanto que más que técnica, para algunos de ellos, un día de pesca parece un sistema minuciosamente programado para intentar al menos sacar una jornada mínimamente productiva en estos extremados días.

                                              
  Día dificil, pasado por agua, Carlos, mi compañero, no parecía sentirse muy a gusto en la mañana de hoy

La caña por excelencia utilizada es la rouboasiene o enchufable en la mayoría de los casos, aunque tampoco se descartan las minitalleras o alborellas sobre todo en competición, que se usan en algunos puestos con intención de elevar la balanza con pequeños peces.

A estas alturas, las especies pescables, todas ellas autoctonas, se muestran frías y tentarlas para sacar una producible mañana es un cúmulo de seguidas pruebas hasta dar con la clave.

Los cebos a utilizar son larvas de moscarda (asticot), verd de vasse y pequeñas lombrices si la rivera baja revuelta, así como el fuillie, para hacer de atrayente en el cebado.

                            
  Cebos para el dia de hoy, el constante agua y aire conseguía al final mojarlos en cualquiera de las posiciones

Si el caudal del río se muestra casi inmóvil, se llegan a usar pequeños miniflotadores de gramajes que rondan los 0,10 gramos, unidos a una línea de diámetro entre 0,12 y 0 ,14 mm a lo sumo.

Su anzuelo, más que nada, depende del cebo a usar, pero llegan a usarse números de hasta el 26, atados a bajos de línea de 0,6 y 0,8 milímetros.

Acompañado a este aparejo se le adjunta a la caña un elástico interior de entre 0,6 y 0,12, aunque si la pieza es de buen tamaño no tiene mucha dificultad para romper nuestro aparejo y llevarse los "trastes" como vulgarmente se dice o, cuando menos, con un poco de suerte ponértelo difícil.

 El cebado con la caña enchufable se hace todo a base de copela  y si se pretende buscar peces más grandes con accesorios preparados para ello, el cebado se hace a base de grano, trigo o maiz o de pellet de distintos sabores.



El uso de copelas se ha generalizado entre todos los participantes

 En ocasiones aparece el Carpín y la tenca, que no desprecian la lombriz como cebo; y en la zona más altas, "la zona de las cañas", no deja de sorprendernos la gran cantidad de cachos o bocachos que entran sobre todo, cuando el río muestra un poco de empuje a semejándose más a la antigua ribera que era antes de la retención del pareón o dique de contención de dicha rivera.

 El cacho, es un pez de sinuosa picada y me encanta pescarlo en este tramo de río tentándolos con  trigo como cebo.

Hoy es 20 de noviembre y en este escenario se celebra hoy la última prueba puntuales del calendario anual de concursos que organiza la actual Sociedad de pescadores Virgen de la Vega de Moraleja.

Los primeros diez clasificados optan al Master final organizado por dicha sociedad.

Se habilitó finalmente la zona nueva o zona de las cañas para esta ocasión y una vez más felicitar a la directiva por su buena y desinteresada gestión, así como a cada uno de sus socios que pescan habitualmente en ella preocupándose de su conservación.

No debo olvidar y agradecer a los compañeros de mi zona así como a su presidente Santi, una vez más me demostró esta mañana que sabe estar a la altura de la situación con su colaboración desinteresada  para solventar cualquier problema, esta vez. hacia mi persona por un pequeño incidente y descuido, demostrando entre todos que lo principal es que la gente se encuentre a gusto y que en esta afición que nos une, lo que realmente impere, es la armonía el justo deporte de la pesca. Sinceramente, digno de mención.
                           

                                                                 Zona de las cañas o zona nueva

 Y como esta mañana, mi caña enchufable se quedo en el coche y mi puesto de pesca decidí, al final dejarlo vacío, me dediqué darme una vuelta por las dos zonas y fotografiar el evento y esto, es lo que de una rápida pasada, podemos mostrar de esta fría y lluviosa mañana del mes de Noviembre.




                                           Algunas fotos de los participantes de la prueba

lunes, 14 de noviembre de 2016

Ledgering - Introducción a la pesca al Swing tip.

Otoño, estación de cambios, de jornadas con menos luz solar. Caprichosa a veces por su excesiva brusquedad en alternados días, el rocío se convierte ya en helada y el agua se vuelve más clara y más fría.
Los peces se mueven en cardúmenes. Sólo los más grandes se muestran activos. Son pocos los que se acercan a las someras orillas de los embalses y los que lo hacen, son más intuitivos que nunca. Esta es la estación donde los detalles cuentan, las mañas y las artes de pesca deben combinarse para engañar con nuestro cebo al más desconfiado animal que ya se muestra cauto, perezoso y a veces desganado.
Estos días las orillas de los embalses están vacías de pescadores, y la que fue una agradable brisa matutina de meses atrás, se convierte en un fría rasca que te eriza el bello de la piel, donde pescador y clima se fusionan en un manto a veces, de crudo encanto.
Es mi estación preferida, la época del "cómo", no del "cuántos". El estilo y la modalidad elegida, son lo de menos, lo importante es saber que aunque no haya trofeos al final de la jornada, aprovechemos el regalo que nos brinda el día de pesca.
Mi modalidad de pesca para este tiempo es el Ledgering con las punteras oscilantes o swing tip. Esta modalidad ha llegado a calar tan hondo en mi forma de entender la pesca que, a día de hoy y llegado este tiempo de semiletargo de la mayoría de especies pescables, no uso otra. 

La dificultad de su lanzado, la difícil propulsión de  feeder y plomos por la sensible desviación que produce su oscilante puntera en el lanzado, su posicionamiento correcto con respecto al oleaje, la colocación incluso del panier, (a veces lateralmente) y sus accesorios hacen de esta modalidad de Ledgering una de las pescas o modalidades más técnicas y difíciles de llevar a cabo de una manera precisa, controlada y correcta.
Algunos de mis buenos compañeros de pesca, con muchas horas de orilla a sus espaldas, me hacían referencia de estos matices, que en más de una ocasión les hacían perder parte de su confianza en esta técnica.
Ni la más sensible de las quiwers tips acopladas en finas cañas de Ledgering, delata la picada tan sensiblemente como lo hace la swing tip

Si el montaje del aparejo se hace debidamente, el pez no nota la más mínima resistencia en todo el proceso de succión de cebo, a la vez que ese pequeño tirón sobre el bajo de línea es señalizado por la sensible swing tip, eso si, a ser posible coordinando un exhaustivo montaje del aparejo con una colocada y correcta deriva, a la que va unida el plomo de asiento o el feeder.

El lanzado

La acción del lanzado, debe hacerse siempre a modo de palanca (a dos manos). Intervienen muchos factores, montaje distancia elegida, profundidad y peso de la deriva, desarrollándolo sin prisas y efectuándolo sin brusquedad.
Un punto elegido en la orilla de enfrente como referencia visual, un posicionamiento correcto con respecto al empuje del viento y una justa carga sin excesivo peso, evitan eventuales enredos en la acción de lanzado.
La firmeza en una decidida propulsión y evitando el bailen de oscile lateral de la puntera oscilante, (algo que se evita con la caña totalmente en movimiento de péndulo), hacen posible un correcto y controlado lance de aparejo.
El swing tip no es una técnica de pesca que se desarrolle a muchos metros de la orilla, en ella la atención, precisión y el clavado es vital para que sea productiva la jornada.
La experiencia te hace reconocer cuando es un movimiento de puntera producido por el aire, cuando es una boga o alburno el que merodea en el cebo o una astuta carpa te pone a prueba en tiempo frío tu paciencia y aguante.
Swing tip señalando una clara picada 
La accion de pesca, algunos datos a tener en cuenta
La pesca de pequeños peces al Swing tip
La uso en distancias cortas, (no más de 15 metros desde orillas), usando sedales y bajos de línea de escaso diámetro, un liviano aparejo, exento de feeders y con un pequeñísimo plomo adjunto a la deriva o un tubito antienredos al que va unido un pequeño anzuelo del numero 18 o 20.
Plomos de ledgering
En ocasiones, a lo sumo, el pequeño tubo antienredo lleva alojado un pequeño muelle de resorte que tratándose de aguas poco profundas hace la veces de alimentador o pequeño cebador.

 Tubo antienrredo con resorte 
La pesca de carpas y grandes peces
Aquí la acción de pesca se lleva a cabo de distinta forma. El cebado en ella, se puede hacer de dos formas: la primera de ellas es mediante alimentadores o feeders (la más usada habitualmente); y la segunda, por medio de un tirador o catapulta, y como referencia me ayudo de una pequeña boya o waggler plomeado interiormente y de mástil corto.
Waggler para señalizar la distancia de pesca
Esta boya, una vez lanzada, montada de la misma forma que un flotador de pesca a la inglesa, delata la distancia correcta donde se pretende pescar. Posteriormente, se marca la distancia en la linea madre y la boya, se desconecta de la línea a la que está unida por medio de un esmerillón y se toma siempre como referencia el citado punto de la orilla de enfrente. Una vez hecho esto, esta boya se puede cambiar por un cebador o feeder o de otro modo, cambiarse por un plomo de idéntico peso.


Una vez hecha esta pequeña introducción solo  queda llevar esta técnica de nuevo a la practica, y para eso, nos queda aún un largo invierno donde seguro probaremos y analizaremos cada jornada, pero para eso, habrá más líneas que escribir y seguro, capítulos que contar.

domingo, 16 de octubre de 2016

La hormiga alada


 Cada Otoño, durante unos días, este insecto volador llena campos y calles. Después de las primeras lluvias, salen con los primeros golpes de sol y, como no, agotadas, acaban cayendo al suelo con sus cortos vuelos.

 En muchos lugares, caen al agua sobre la superficie de ríos, lagunas y embalses  propiciando un excelente  alimento esperado por la mayoría de los peces.

 Durante las primeras horas, proporciona comida a los peces de boca súpera, ínfera y terminál (cachos, bogas, calandinos, etc) que toman el alimento que cae a la capa de agua más superficial. Y una vez ahogadas y muertas, unas horas más tarde a los peces de fondo, barbos y carpas.
Este ciclo natural ocurre cada Otoño pero como todo, en la naturaleza, tiene su por qué, y es que, es parte del ciclo evolutivo de la supervivencia de dicha especie, las hormigas.


                                                                     Hormigas aladas

Son tanto machos como hembras y este proceso, no es más que un cortejo que forma parte de su primer vuelo nupcial, que para los machos va a ser el último. Su misión es fecundar a la hembra para después morir.

 La hembra una vez fecundada, pierde sus alas y será la encargada de hacer escavar un buen agujero ahora con la tierra mas húmeda tras la lluvia y hacer un nuevo hormiguero del que será la próxima reina.




Hormiga alada reina
No todas lo consiguen, pero las que lo hacen, serán la únicas hormigas reproductoras de su propio y nuevo hormiguero.
Un hormiguero está compuesto de tres tipos de hormigas: las obreras, recolectoras y estériles, estas, proporcionan el alimento a la comunidad y la defienden; la reina o reinas grandes y aladas, encargadas de la reproducción; y los machos alados y de mandíbulas fuertes pero mas pequeños.
Una futura reina y un macho en pleno cortejo
Antes de llegar el verano, la reina pone un tipo de huevos diferentes de los que pone el resto de su ciclo reproductivo, serán las hormigas aladas que, unos meses más tarde, ya adultas, empezarán su propio ciclo reproductivo, buscando pareja en sus salidas otoñales, en su ciclo de apareamiento durante su  vuelo nupcial. Este ocurre después de una fuerte lluvia seguido de unos intensos golpes de calor.
De pequeño, solía tener cientos de ellas durante largos periodos, en ocasiones años en unos terrarios delicadamente preparados con no pocos cuidados y utilizándolas como el que es, mi cebo preferido para tencas, bogas y grandes barbos que había en el embalse de Borbollón tras su primera caída, que es como se decía a este ciclo y vuelo anual. 
Las ensartaba en anzuelos del número dieciséis al nueve, del más fino hierro que entonces se podía encontrar, aunque por aquellos entonces, la variedad no era mucha. Solíamos cortarle o limarle parte de la muerte al anzuelo para no dañarlas demás en el ensartado.

 Las boyas de " porco espin",  eran muy utilizadas en ese tiempo.  Eran detectores de picada muy sensibles y fiables. Flotadores artesanales que me traía mi abuelo en sus viajes a su tierra portuguesa.

 La tarde en la que vuela la hormiga, es un verdadero espectáculo al ver el movimiento  continuo y superficial de cientos de cebas que producen los peces. Sobre todo bogas y cachos en superficie. 


                            Momento en que se produce una ceba

Cuando esto se produce, cualquier cebo pasa desapercibido, haciéndole caso omiso.

 Es el momento en el que el pescador se da cuenta de lo que realmente tiene frente a él, te induce a pensar en la gran cantidad de peces que hay en un casi siempre, tranquilo escenario, donde minutos antes, parecía el más tranquilo de los lugares. Donde la aparente calma de sus aguas, de repente se ve truncada por cientos de bocas que comen a la vez, de que esta tarde al menos, te han ganado la partida y de que cuantos más quieres saber sobre la pesca, más indiferente pasa frente a tus ojos tu labrada experiencia como pescador.

Comentando esta reacción con mi compañero de trabajo Carlos, experimentado pescador de minitalla en general, (sus últimos resultados, así lo demuestran) en varias jornadas en la Rivera de Gata, escenario idílico para la pesca autóctona, tras una productiva y bonita jornada de pesca con gran número de capturas hasta entonces, coincidía conmigo en que, ningún cebo de los usados positivamente hasta entonces, parece valer ante la caída de la hormiga alada.


Carlos en una jornada de pesca de bogas en la Rivera de Gata


El invierno se acerca, ellos lo saben, los peces como seres vivos que son, van a pasar un duro trance en las frías aguas donde viven, donde la actividad o semiletargo invernal va a ayudarlos a sobrevivir tras duras condiciones, los nutrientes acumulados durante los meses cálidos van a ser determinantes a la hora de aguantar las bajas temperaturas del agua.

Esa despensa que poco a poco se van proporcionando debe estar rebosante de nutrientes y proteínas para afrontar lo que les vienen encima. Y este peculiar insecto, la hormiga alada, les proporciona muchos al alimentarse de él.

 Esta pienso, a nivel personal, que es una de las muchas razones por las que en el momento en el que se produce el vuelo de la hormiga alada y su caída sobre el agua, los peces como seres intuitivos que son, seleccionan como uno de sus alimentos preferidos y necesarios, a la hormiga alada .






Algunas de las piezas capturadas por él antes de la caída de la hormiga alada, en el momento en el que este insecto aterriza sobre la superficie del agua y se producen las primeras cebas, todo lo hecho hasta ahora, la bonita y productiva jornada de pesca, pasa en  unos momentos a segundo plano.

sábado, 1 de octubre de 2016

El gusano del cieno, vers de vasse


Una pequeña larva de color rojo vinoso, de escasamente un par de cm de longitud, de rápidos movimientos serpenteantes que habita en lechos cenagosos de las aguas estancadas es, en esta ocasión el protagonista de esta historia.




 Pertenece a una de las muchas subespecies de la familia de los quironómidos, su cuerpo es frágil y delicado y es, sin lugar a dudas, uno de los cebos mejor aceptados por una gran variedad de especies de peces.

Se suelen ensartar con cuidado en pequeños anzuelos del numero 20 al 24, y sus ágiles movimientos hacen de esta larva, un reclamo casi irresistible para cualquier tipo de pez.

No suelen estar presentes en todas las aguas en igual cantidad y es aconsejable buscarlos en las zonas mas sombrías y evitando la luz directa. 

 Al ser un cebo tan delicado, requiere unos cuidados especiales para su conservación y también para la extracción del medio en el que habita, el cieno.




Lagunas con abundante cieno es el sitio ideal para encontrarlos.

 Pero para todo hay quien te enseñe, y más si son buenos maestros, y uno de ellos en este campo tiene mucho que enseñarnos, este es Antonio, apodado cariñosamente como "el Carpa".



Había quedado con él una tarde de sábado para inspeccionar algunas lagunas de los alrededores, y ver si encontrábamos en algunas larvas de gusano de cieno o vers de vasse, como lo llaman los franceses.


                             
El simple equipo que íbamos a usar era constituido por un vadeador, un quisquillero de fabricación artesanal, un colador, un cubo y una criba o tamiz. 

El primer paso a seguir es, comprobar el fondo. Seguidamente, arrastrar con el quisquillero el lecho consiguiendo una gran cantidad de cieno de su fondo.  Esta tarea es algo pesada y delicada, ya que antes de nada, debes tener un exacto conocimiento del fondo de las turbias aguas de la laguna, no nos de alguna mala sorpresa inesperada por  la brusquedad de algunos de sus fondos.



                                                   Antonio en la acción de batir el cieno






El segundo paso a seguir es, batir el cieno con la mano, con la intención conseguir filtrar la mayor cantidad posible y que las posibles larvas que queden en el vayan quedándose sobre la maya del quisquillero, foto de la izquierda.

Una vez conseguido batir la mayor parte de cieno y logrado que las larvas queden sobre su red, hay que hacer un experimentado movimiento a dos manos, hundiendo el quisquillero despacio con la mano izquierda, consiguiendo con ello que poco a poco que las larvas queden flotando sobre la superficie del agua.  La mano derecha que porta un colador, a la vez que los vers de vasse están subiendo hacia la superficie, las recoge en su red.



  Con una gran habilidad, Antonio busca entre el cieno y recoge las larvas de vers de vasse con los dos movimientos sincronizados
Terminado este paso, son recojidas y transportadas hacia el tamiz y el cubo para su limpieza


   Abajo el tamiz y el cubo



Este cubo hay que llenarlo de agua de una manera justa para que el tamiz quede semihundido y bloqueado en sus paredes, que es donde finalmente vamos a terminar el proceso de limpiado de restos de fusca y ramitas que hay en el cieno.


La larva de vers de vasse acabará hundiéndose en poco tiempo y dejara sobre el ultimo de los tamices todas las impurezas solidas entre las que se encontraba.

Se limpia de nuevo tirándole el agua, y ayudándonos otra vez del colador, son depositadas finalmente en el fondo del cubo.

                                 
Conseguido esto, el siguiente paso para conservarlas durante varios días es, humedecer una hoja de un papel, un simple hoja de periodo puede valer, sobre las que las depositaremos. Guardándolas en un sitio fresco, tendremos un codiciado cebo para todo tipo de ciprínidos. 




Solo agradecer a mi compañero Antonio, el habernos dedicado unas horas en la tarde de hoy para enseñarnos, como una vez más, esa vieja escuela, que sigue siendo un verdadero tesoro que nunca debemos olvidar, el arte de una de las formas más antiguas de la recolección del preciado "oro rojo", como se le llama en pesca. Gracias compañero!
























domingo, 24 de julio de 2016

El barbo cabecicorto ( barbus microcephalus)


         Durante mucho tiempo, este pez a pasado desapercibido por estas aguas fluviales, ha sido considerado como barbo común, ha compartido y sigue compartiendo junto a estos, muchos de su habitad, sin embargo, presenta algunas notables diferencias, matices que llamaron mi atención. 


Barbo cabecicorto

Especie emparentada con el barbo común y el comizo. es endémica de los algunos ríos extremeños, conocido también como "barbo de los remansos", más abundante en otro tiempo, actualmente comparte habitad con sus parientes más cercanos, además de carpas y carpines.

De joven es gregario, quizá sea la especie de barbo que más se desplaza en grupo, a medida que va creciendo se vuelve solitario, rehuye de las corrientes fuertes y prefiere las aguas mas remansadas y de escaso movimiento.

Su freza la desarrolla de igual modo que lo hacen los demás barbos, en lugares de limpias aguas y llenos de gravilla en el fondo. Se podía decir. casi a ciencia cierta, tras varios años seguidos que los llevo pescando en los charcos remansados del río Arrago. que su freza, la lleva a cabo mas entrado el mes de Junio cuando las aguas aparecen menos movidas.

Su cabeza es más corta, así como sus barbillones y su aleta dorsal es un poco más larga que otras especies de barbos ibéricos.

Su cuerpo no es tan estilizado como el de sus primos, siendo mas corto de longitud y presenta su panza más pronunciada.

Busca lugares de aguas tranquilas, en ocasiones someros y con abundante vegetación en el fondo apartados de la corriente principal del cauce del río pero siempre, conectados a el.  No suele alcanzar grandes dimensiones, pero su picada es igual de impetuosa que los demás barbos.


 De joven comparte cardúmenes con bogas y cachos, de adulto se vuelve más tranquilo y solitario.las hembras suelen tener la aleta anal mas larga que el macho.

               
Ejemplar de barbo cabecicorto


Hace ya algún tiempo, un experimentado pescador conocedor de la zona, que frecuenta constantemente estos solitarios parajes del río Árrago, me contaba que, días atrás, pasando el puente de la autovía, había llegado a capturar varios ejemplares de este bonito pez que, en ocasiones habían sobrepasado los dos kilos de peso.

 Se trata de una zona reservada a la cría de ganado bravo y que. como me contaba en aquella ocasión, más de una vez había tenido problemas con estos animales en el momento en que bajaban a beber al río.

 Esta claro que representaba un grabe problema el intentar pescar en esta zona, pero varias centenas de metros más arriba, intentando evitar este problema, decidí una mañana del mes de Julio buscarlo en la zona del Puente viejo.

El río aparecía aquella mañana con aguas muy turbias, embarradas con tierra de los vertidos del regadío existente  en la zona.

Con una corriente aparentemente lenta y una mañana que daba ya los primeros indicios de bochornoso día, me acerqué hacia las inmediaciones del charco del Puente viejo.

Pretendía pescar barbos, sabia que allí los había, sin embargo, pretendía buscar alguno de los más grandes, los tímidos y desconfiados cabecicortos.

Este pez es desconfiado y huidizo por naturaleza, por esta razón, al contrario que en otras ocasiones en los que pesco el barbo a la pasada, decidí pescarlos con un largo bajo de línea y con un flotador de 0,50 gramos, pasado de lastre y dejando el bajo de línea arrastrado por el fondo.

El mes de Julio es ideal para tentar al gran barbo que se acerca mucho a las orillas. Durante este periodo, el agua que entra en el río, precedente del regadío, enturbia su cauce, siendo un periodo muy recomendable para utilizar la lombriz como cebo.
                                                                             
                        La lombriz es un cebo muy utilizado para tentar ciprinidos en aguas turbias

Sin embargo, aunque de pequeño este pez suele ser gregario, de mayor se vuelve cómodo y solitario. Raras veces logras capturar varias piezas seguidas.




Sabiendo esto, decidí tentarlos con una caña enchufable,pero esta vez tire de mi fiable "big red" en el puesto de pesca de hoy, puesto que estaba a cierta altura y las ramas de arboles y zahoces, en ocasiones, se adentran en el cauce del río, lo que te da por pensar en raíces y ramas sumergidas que podían poner difícil un forcejeo y extracción del río de un pez de considerable tamaño.

El kit de tres tramos con flexible puntera final, ajustado a la terminación de la enchufables tiene montado un elástico de látex macizo de 1,8 de grosor.

Sobre la linea utilizada, debo decir que su diámetro era  0´16 y la terminación del bajo de linea  albergaba un anzuelo de fino hierro del numero 16,  atado este, a un terminal de 0'13 milímetros.

Un engodo de color verdoso en el que aparecían restos de pan picado o estrujado fino, con olor a mezcla entre sabores de canela y laurel y una porción de café molido para ahuyentar al latoso y siempre insistente  galápago, junto a un puñado de lombrices picadas, iba  a ser la mezcla del día de hoy para atraer a los peces.

La mañana de pesca

Poca era la actividad que se reflejaba en las inmediaciones del tranquilo escenario, alguna que otra carpa boqueaba en la orilla de enfrente y aunque el galápago de momento no se hacia notar, si que lo hacían enormes cangrejos rojos que no cesaban en su empeño de dañar más el cebo,pero lo cierto es que a más de uno, no le fue del todo bien por su empeño en tragárselo hasta las entrañas.


Tras unos minutos la primera de las picadas se hizo notar, un pequeño barbo entraba momentos después en la sacadera, a este, aunque espaciados, le siguieron alguno más de proporciones semejantes, aunque de momento preferían  como cebo el asticot o gusano blanco, algo que inevitablemente, aprovechaban estos rojos e insaciables crustáceos, el cangrejo americano.


 Quizá por esta razón sin pensarlo dos veces volví a usar de cebo la lombriz. Lombrices de tamaño medio, pero con una buena vitalidad, de cosecha propia, de un criadero con no pocos cuidados y constantes controles de humedad y alimento.

Pero como a veces suele ocurrir, de repente como por arte de magia, el puesto se queda por momentos vacío y sin actividad, ya no enredaban los cangrejos, ni el pequeño barbo, ni alguna boga de las existentes en el escenario que tocara el cebo. 

 Una pronunciada picada con algo de parsimonia en el inicio, acabó hundiendo la antena. 
Se trataba de una buena carpa que forcejeó lo que pudo hasta que conseguí meterla en la sacadera.

No era lo que estaba esperando, pero al menos, entraban al cebo animales del tamaño deseado, por momentos, otra arrancada hacia un zaoz de enfrente, acabo llevándose el bajo de línea



La carpa es pez común en estos remansos del bajo Arrago
Cono tenia montado el kit copela, hice un poco de mezcla diferente para mantener el puesto de pesca, se trataba de algo de asticot junto con pan, harina de maíz y tierra de topera tamizada.
Diez minutos después, una rápida picada, tensionando bruscamente el elástico, hacia doblarse la caña  en dirección corriente arriba, por un momento, cree en mi mente la imagen de lo que luego minutos más tarde vería, un  hermoso barbo de hocico corto forcejeaba de un lado al otro del río, sin embargo tras varios minutos llenos de tensión, momentos con sabor a duda y con la adrenalina elevada, conseguía ganarle la primera de las batallas a este bonito cabecicorto que finalmente, entraba agotado en la sacadera.

 La segunda, la ganaba él, tras su foto, sin pasar por el rejón volvía a su vida, ya había demostrado bastante y con este gesto los pescadores deportivos sabemos agradecérselo.

                      


A este pez, al cabo de un rato le siguió otro de idénticas proporciones que cerraba una mañana ya muy calurosa y de bochornoso calor.

Habia conseguido atrapar al barbo que pretendía, aunque con las escasas capturas de él, esta mañana no había conseguido romper la influencia negativa que, bajo mi punto de vista y basándome en muchas jornadas anteriores, ejerce sobre los peces el periodo de la luna llena que asomaba entre los arboles del río.

Volveré a intentarlo, volveremos a buscarlos otros días con diferentes cebos y estilos de pesca, y solo así es posible que volvamos a disfrutar de la pesca de este huidizo y todavía, por estas tierras poco distinguido pez.  Un pez que todavía esta viviendo escondido en su habitad y que por muchas barrera que le pongamos, estará presente en nuestras aguas mientras existan pescadores que le sepan respetar y cuidar de uno de los ciprinidos más endémicos de nuestros ríos, nuestro bonito barbo de los remansos, el barbo cabecicorto.

 Kily.