Hace años, en un olvidado cajón en el que mi padre solía guardar algunos de sus aperos de pesca, encontré unas viejas boyas que había fabricado él mismo. Flotadores antiguos que, en su momento dieron su buen resultado, pero que, hoy en día, están ya casi en desuso. Los fabricaba con los entonces, pocos apaños de que disponía. Una vieja navaja, un trozo de lija y algo de pintura, fabricaba los flotadores sin casi refinamiento alguno, sin grandes coloridos pero, tan efectivos como los que se fabrican actualmente..
Antiguos flotadores de gamonita fabricados artesanalmente
Lo que mas me llamaba la atención era su fabricación, estaban hechos de tallo de gamonita
Este tallo,se cortaba una vez había llegado a su madurez, era posteriormente secado y enderezado.
Se seccionaba en pequeños trozos, dependiendo eso sí. de las dimensiones requeridas para la elaboración de los flotadores y una vez hecho esto, se ponían en un recipiente con agua, agua que, seguidamente, se ponía a hervir durante diez minutos, Terminado este proceso, los trozos de gamonita estaban preparados para ser moldeados.
El Tallo de gamonita, es un material que se trabaja bastante mal debido a su dureza y escasa porosidad, lo que le da una elevada flotabilidad y una mayor resistencia y aguante.
Tanto es así que, actualmente, para la pesca de grandes peces.carpas o barbos, peces que en su captura, estampidas y forcejeo, ponen a prueba cualquier tipo de material por preparado que estè, últimamente, en cuanto a flotadores, ya no utilizo otros.
Este flotador, fabricado con material de gamonita (para el cuerpo), alambre acerada para la quilla y plástico para la antena, parece el flotador preparado especialmente para este tipo de especímenes.
Su apariencia es tosca, poco refinada, pero ante peces de elevado tamaño, que muchas de las veces, acaban rompiendo el bajo o la linea madre, si se pesca directamente, ante estas fugas que, destrozarían el mejor de los flotadores, ante esto, no tienen rival, es decir, ni se inmutan.
Hace días, en una jornada de pesca con uno de mis compañeros habituales de pesca, Ruben , logramos hacer entrar en el pesquil una gran cantidad de peces de muy elevado tamaño,incluso ,algunas de ellas, carpas, superó 4 kgs de peso.
Esos peces, aquella mañana, en más de una ocasión, nos pusieron a prueba la resistencia de las cañas enchufables, de sus elásticos e hilos. Hubo muchas roturas, tanto de bajos de línea, como de anzuelos perdidos, cada vez que, un pez de estas dimensiones escapaba, en el retroceso del elástico, el flotador, quedaba inutilizado, cosa bastante común, en estos casos.
Me acorde que, en mi panier, había alguna que otra linea montada con estos flotadores de gamonita, Pescando con estos en las líneas, el problema desapareció y, actualmente, en ciertos escenarios, no usamos otros para la pesca con caña enchufable.
Uno de los flotadores utilizados ese día,
Como no podía ser de otra forma, al ver el fin de semana que se avecinaba, primer fin de semana lluvioso del otoño, decidimos ir a probar suerte al embalse de Portaje, concretamente, una zona llamada "El charco de la rivera de San Pedro ".
El agua estaba revuelta, debido a las ultimas lluvias del día de ayer, buscamos una zona, en la que justo llegábamos al centro de la misma rivera con nuestras cañas. Una vez hecho esto,tomada la profundidad, aunque,esta vez, con escasafondo, una vez más, tiramos de nuestro fiel aliado el ajustalineas, este, nos ayudo evitando los posibles enredos del incesante aire, además de poder acortar la bandera a nuestra merced.
El sol, por momentos, salía a duras penas y hacia un incesante aire del oeste y, en el día de hoy, la temperatura había caído varios grados respecto a la del día anterior, la presencia de nubes hacia esperar que, en cualquier momento, se iba a poner a llover.
Una vez montado nuestro puesto de pesca y cebado posteriormente con harinas totalmente naturales notamos la presencia de mucha actividad de pequeñas carpas que saltaban en todo el escenario, pero nuestro objetivo era otro, aunque sabíamos a ciencia cierta que, detrás de estas, llegarían las más grandes, las que,en realidad, deseábamos capturar.
La mañana transcurría con innumerables capturas de carpas que entraban una y otra vez a nuestro cebo, en esta ocasión, maíz dulce, utilizamos este cebo para evitar carpas de pequeñas dimensiones ya que, al pescar con asticot, el tamaño de los peces era menor, Todas ellas eran devueltas al agua nada más ser desembuchadas, (acción muy recomendable que últimamente estamos viendo con mucha asiduidad en innumerables pescadores deportivos) con la ausencia de rejones o butrónes en el agua, con esta acción, el pez vuelve rápidamente a su actividad normal, evitándole el estrés que sufre tras horas encerrado en un butrón.
Lo esperado no tardo en hacerse notar, la presencia de carpas mas grandes, entraban en nuestro puesto de pesca, aunque no de las dimensiones que esperábamos, no hicieron pasar una, aunque fría y ventosa, agradable mañana al lado del agua.
Una captura de una de las carpas de la Rivera.
Y es que cuando las cosas se hacen bien, el resultado no puede ser otro.
muy buen articuo rafa cada dia aprendemos algo nuevo de ti
ResponderEliminarSiempre es un placer el hacerlo Luis, es más, en cada uno estos artículos expongo mi visión personal e intento transmitir lo que representa para algunos de nosotros este deporte que nos une y mas aún, si hay gente como tú que sabe valorarlo.
ResponderEliminarGracias Luis!
Un saludo