INTRODUCCION
Si tuviéramos que hablar de una de las técnicas legendarias en nuestro país - seguramente gracias a la cual hoy en día podemos entender este deporte como tal-. practicada desde hace varias décadas, cuando las cañas eran arrancadas de los cañaverales, y como carretes se utilizaban botes de conserva de forma cilíndrica o en su defecto tablas a modo de recoge´lineas y que ,posteriormente, fueron reemplazados por aquellas bobinas de madera diseñadas para portar hilo (y no precisamente de pescar ), a las cuales se les adosaba un adaptador de latón que permitiera unirlas a la caña y por manivela, una fabricada por alguna punta de hierro doblada en forma de " Z". Quizás esas fueran los primeros pasos de lo que en español se llamara posteriormente, "pesca al corrido".
Lugares como el de la imagen, este tipo de pesca. hábitat principalmente de bogas y barbos, son ideales para practicarla
Pesca al tiento
Una de las variantes de esta técnica tan española, quizás la que más sensaciones ´bajo mi punto de vista, ofrece al pescador debido a sus características y forma de ejecución, sobre todo en lo referente a la conexión directa existente entre pescador y pez, es precisamente la que desarrolla hoy en día con cañas anilladas de longitud corta,que normalmente oscilan entre los 4 y 6 metros de longitud, y que no es otra que la denominada"pesca al tiento"
Sus accesorios son mínimos: carretes, hilo, un pequeño plomo para hacer descender el cebo y, en algunos de los casos, dependiendo de la corriente, un flotador o un pequeño señalizador de picada, generalmente hecho de madera de balsa o corcho, cuya forma suele ser lo más esférica posible a fin de poder controlarlo en las zonas del río en las que las aguas forman remolinos forman remolinos o corrientes moderadas, y en las que, si utilizáramos otro tipo de flotadores, estos serian absorbidos con toda seguridad,estas turbulencias suelen producirse por diferentes causas,como obtaculos sumergidos fondos irregulares, ramas caídas , et.
Esta pesca, generalmente, es la que desarrolla cuando el pescador se encuentra situado en una posición cercana a la corriente o incluso dentro del mismo cauce, realizando un cebado a base de engodos y/o cebos que se van desprendiendo poco a poco por la corriente, pretendiendo con ello que el pez tome del río el alimento de la manera más natural posible;la zona del cebado dependerá en gran parte del lugar elegido, y al hacerlo deberá observarse principalmente la fuerza de la corriente:
Por ejemplo, si esta es suave, se realizará algunos metros por debajo de la posición del pescador, teniendo en cuenta además la profundidad existente en el escenario.
Si el cebo fuera gusano, una buena solución pasaría por encolarlos añadiendo algo de gravilla o preparar bolas de engodo entre las cuales mezclaríamos las larvas, lo cual, además provocará que esas bolas se abran poco a poco, desprendiendo partículas y cebo vivo, manteniendo de esa forma la atención de los peces .
Si el cebo fuera gusano, una buena solución pasaría por encolarlos añadiendo algo de gravilla o preparar bolas de engodo entre las cuales mezclaríamos las larvas, lo cual, además provocará que esas bolas se abran poco a poco, desprendiendo partículas y cebo vivo, manteniendo de esa forma la atención de los peces .
Los cebos más comunes son las lombrices de tierra, el "asticot( moscarda o larva de la mosca de la carne, gusarapas, larvas de canutillo y, como no, la ova, alga de río filamentosa empleada cuando se práctica la famosa ¨aunque cada vez menos practicada-modalidad de la pesca de la ova.
Respecto al tema de los cebos,existe una extensa
variedad,tanto vegetales como animales.
Los vegetales más comunes son el maíz y el trigo,y los de origen animal,principalmente, lombriz y asticot, aunque un viejo dicho de pescadores dice que en el río el pez come todo “bichejo” que esté presente en sus aguas; opino más bien que es una cuestión de gusto personal el utiliza uno u otro.
Practicar esta técnica, en principio, no requiere condiciones y conocimientos,simplemente se debe mantener la linea los más tensa y estrada posible, reteniendola a intervalos regulares para hacer levantar el cebo unos centímetros del lecho del río e intentar propiciar el arranque del pez hacia el engaño, provocando la picada.
Existen algunas variantes de esta modalidad a la hora de llevarla a la práctica.
Personalmente,realizo la cesión de
hilo frenando con el dedo índice la
bobina del carrete,con lo cual, poco a poco,
el sedal irá saliendo en función de la
fuerza de la corriente; la mano izquierda la
empleo para controlar la tensión y ceder
línea.
Uno de los factores a tener en cuenta,
sobre todo si se trata de una corriente
sostenida, es hacer descender el cebo hasta el
fondo teniendo en cuenta el ángulo que
formará la línea respecto al suelo
provocado por el empuje del agua.
Reteniendo la bobina con el dedo índice y controlando la tensión de la línea con la mano izquierda.
La sensación a “pez clavado” es
superior a la de cualquier modalidad de
pesca de ciprínidos, puesto que la picada
del pez se siente entre las yemas de los dedos
debidoal estiramiento de la línea, siendo
arrastrada por el ejemplar al succionar el
cebo,con la consiguiente y temida
carrera posterior que por momentos nos hará temer por la resistencia de la mejor de
las cañas que utilicemos.
PESCA CON CAÑA BOLOÑESA
Últimamente, existen en el mercado gran cantidad de cañas boloñesas de
diferentestamaños y de distintas acciones,
Sus acciones —generalizando un
poco— se pueden resumir en cañas de acción “light” (parabólicas), semiparabólicas y de
acción de punta, siendo estas últimas utilizadas sobre todo cuando se emplean
grandes flotadores deslizantes desde escolleras y
zonas portuarias.
Menos frecuentes son
las de acción progresiva, las cuales suelen
sera su vez las cañas de más calidad y
que debido a su fabricación con materiales más flexibles y rígidos, desarrollan la
acción según y cómo se presente la situación a
la hora de luchar con el pez, pues la
parábola creada se irá adaptando a la misma
en función de la tensión ejercida por el
animal.
Cañas de acción “light”
(parabólicas)
Son aquellas cañas diseñadas y
construidas especialmente para pesca fina,
técnicamente casi perfectas, cañas preparadas para propulsar flotadores pequeños a distancias superiores a las que normalmente no enviaría una de acción más
fuerte; algunas de ellas vienen montadas con
puntera de pelo de ballena o punteras
mixtas que ofrecen una acción aún
más blanda.
Contrariamente a lo que muchos pescadores piensan, estas punteras no están
pensadas para agotar antes al pez, pues su
misión principal es la de poder propulsar
pequeños flotadores de escaso peso a largas distancias, además de hacer más
flexible el conjunto de aparejos de montaje,
evitando la rotura del bajo durante el
cabeceo de una pieza clavada y aumentando en
gran medida la elasticidad que nos puede
ofrecer un bajo de línea de escaso
diámetro.
Puntera mixta
Cuando lo que realmente pretendamos pescar sean peces de pequeño
tamaño, tales como bogas, cachos etc.,en
cualquiera de los tramos del río, esta caña
resultará excepcional,dado su escaso peso (carrete
incluido) y su buena manejabilidad.
El
problema se presenta cuando en el escenario
aparece la picada de algún hermoso pez,
pues éste casi siempre acabará llevándose el
aparejo antes de que nos demos cuenta.
No pretendo modificar mis hábitos
por culpa de esto, así que, para evitar
que la mayoría de las veces me ocurra de
nuevo, en previsión de ello suelo colocar
un trozo de elástico unido por dos
microesmerillones en sus extremos entre la línea
principal y el bajo de línea; este elástico, al
mismo tiempo va recubierto de un tubo de
silicona, logrando así un montaje más rígido;
normalmente el elástico es ligeramente inferior
a la longitud del tubo, quedando algo
tenso.
Este elástico actuará a la vez de
comodín en el supuesto de que utilicemos
diferentes diámetros entre el bajo y la línea
principal (o cuando exista descompensación
entre el grosor de ambos), amortiguando
la tensión y flexibilizando aún más el bajo si
éste es de escaso diámetro.
Normalmente utilizo elásticos de 1 milímetro, aumentando la longitud del mismo algunos centímetros en función de la diferencia de grosor entre el diámetro de la línea y del bajo.
Normalmente utilizo elásticos de 1 milímetro, aumentando la longitud del mismo algunos centímetros en función de la diferencia de grosor entre el diámetro de la línea y del bajo.
Este es el montaje de elástico, tubo de silicona y esmerillones descrito en el artículo
Esta modalidad requiere cañas
específicas, de cómodo manejo, ligeras y con
carretes livianos dotados de un buen freno de
precisión, todo ello debido a la utilización en
casi todas las ocasiones de bajos de línea muy
finos.
Flotadores
Los flotadores a emplear por esta modalidad, están normalmente con gramajes comprendidos entre 0,5 y 3 gramos,y su forma dependerá del cauce y el caudal del
río;si éste es fuerte o moderado.
Utilizaremos flotadores más bien esféricos; finos, alargados y con poca quilla si la profundidad es escasa, y con forma de zanahoria si las aguas son muy lentas.
Utilizaremos flotadores más bien esféricos; finos, alargados y con poca quilla si la profundidad es escasa, y con forma de zanahoria si las aguas son muy lentas.
Distintos tipos de flotadores utilizados para la pesca en río
PESCA “A LA PASADA”
Mucho se ha dicho sobre esta pesca, muchas líneas se han escrito con un
solo factor en común: buscar al pez a lo
largo de la zona de cebado haciendo pasadas
constantes por ella.
Muchos factores hay que tener en cuenta a la hora de desarrollarla, pero si he de destacar alguno, considero de vital importancia realizar un sondeo del fondo lo más exhaustivo posible a lo largo de todo el recorrido por el que vayamos a “pasear” nuestro cebo; cualquier obstáculo en el fondo, cualquier hendidura en él,o cualquier leve diferencia de profundidad en el escenario, podrían resultar decisivos para nuestra jornada de pesca.
Muchos factores hay que tener en cuenta a la hora de desarrollarla, pero si he de destacar alguno, considero de vital importancia realizar un sondeo del fondo lo más exhaustivo posible a lo largo de todo el recorrido por el que vayamos a “pasear” nuestro cebo; cualquier obstáculo en el fondo, cualquier hendidura en él,o cualquier leve diferencia de profundidad en el escenario, podrían resultar decisivos para nuestra jornada de pesca.
Una corriente más fuerte nos haría agrupar la emplomadura de nuestra
línea lo más próxima al fondo; con una
más moderada tendríamos la opción de utilizar una más dispersa a lo largo del
nylon.
Una corriente lenta, además, nos brindaría la posibilidad de utilizar flotadores de menos gramaje, así como en muchos de los casos, de emplear un sistema de rastreo por el fondo con bajos de línea largos menos emplomadura.
Una corriente lenta, además, nos brindaría la posibilidad de utilizar flotadores de menos gramaje, así como en muchos de los casos, de emplear un sistema de rastreo por el fondo con bajos de línea largos menos emplomadura.
Diferentes plomeados:
Emplomadura “A”: Para aguas lentas.
Emplomadura “B”: Para aguas de corriente sostenida.
Emplomadura “C”: Para aguas rápidas
Cuando pesco de esta forma, tengo
por norma hacer un cebado en horizontal
de forma paralela a la orilla, al
contrario de lo que muchos pescadores hacen, es decir, concentrando en un solo punto su engodaje; acostumbro a hacerlo al menos en dos lugares distintos, eso sí,contiguo y poco distanciados (siempre en
horizontal), paralelamente a la orilla
.
El primero un metro más adentrado del segundo, que estaría más
próximo a la orilla. Suelo lanzar unos metros río arriba hasta que considero que el cebo, al pasar por la zona de
cebado, es presentado como pretendo, es decir, de la forma más natural posible.
Reteniendo a intervalos
voy acercando el cebo hasta la zona de cebado, que suele estar unos metros más cerca de la orilla; estas retenciones de la línea hacen que
el cebo suba unos centímetros sobre el suelo, provocando el arranque del pez hacia el engaño, y también sucede que la línea se acerca un poco hacia la orilla en la que estoy situado, entrando el aparejo en la segunda zona de cebado que está mas cercana, a poco más de un metro de la primera, río abajo.
Debemos tener siempre en cuenta que un flotador convencional en cada retención se acerca unos
centímetros hacia la orilla, lo cual es algo muy importante a la hora de pensar en qué lugares debería posarse nuestro cebado a fin de que el anzuelo pase por cada uno de los dos puntos en cada uno de los momentos requeridos.
Las primeras bolas de cebado deben abrirse lo antes posible,
desprendiendo sus partículas; después, las
siguientes las preparo con una textura intermedia
y mezclándolas con asticot o lombrices, terminando con las de mantenimiento, cuya
preparación debería ser más aglutinante .
Recientemente han aparecido en el mercado unos flotadores diseñados especialmente para pescar con
boloñesa en corriente cuyas caras tienen una
peculiar forma (cóncava y convexa) que hacen
posible mantener una trayectoria paralela a
la orilla en que se encuentre situado el
pescador, y por tanto, practicar una pesca mas
cómoda en río; son los denominados
“Cralusso”, modelo
“Bolo” ( http://www.cralusso.hu ).
Dos bonitos barbos capturados empleando esta
técnica.
Esta modalidad requiere
en particular el mantener tensada la línea en todo
momento, y evitar, en la medida de lo
posible, la denominada ”panza” y la nefasta
acción del aire sobre ella, favoreciendo con
ello fallar el menor número posible de picadas.
Para la medición del fondo utilizo
unos peculiares flotadores que también
están diseñados
especialmente para este fin. Una vez colocados en la línea, a la que
se le añade una sonda o plomo de cierto
peso equivalente al aguante del
flotador, procedo a lanzarlos sobre el escenario.
Una
vez esté posicionada la línea, con la
sonda tocando el suelo —algo que notaremos enseguida por el movimiento brusco del
flotador—,se procede a dar un tirón de ella; la particularidad de estos
flotadores reside en que están diseñados con unos
sistemas de anillas especiales que quedan
bloqueados en la línea, delatando la
profundidad existente; tras realizar esta
operación, señalaremos la distancia entre
anzuelo y boya mediante un marcador o
rotulador en la línea o tomando como referencia
alguna de las partes de la caña,
repitiendo nuevamente en el proceso en algún otro punto del escenario
.
Una vez hayamos obtenido
información sobre la situación del fondo y
habiéndonos formado una imagen mental del
escenario, lanzaremos el engodo al lugar más
adecuado en función del sondeo realizado.
LA PESCA EN LAGOS Y EMBALSES
Si hay alguna modalidad que haya sido mal interpretada, según los expertos sobre ella en este país, ésta puede que sea la pesca con boloñesa, y sobre todo, la variante que se utiliza para adaptar estas cañas a la práctica de este deporte en ríos y embalses alcanzando distancias superiores, en pesca desde orilla, a las conseguidas con la más larga de la cañas enchufables.
A veces sucede que los peces, debido a múltiples razones, se mueven por delante de la zona seleccionada para pescar con una caña enchufable, e incluso bajando de diámetro y de número de anzuelo, nos queda la duda de si lo estamos haciendo bien o no, pues los resultados no son precisamente los esperados.
Probablemente al ocurrir esto, los pescadores más prácticos seguramente recurrirían a una caña inglesa, pero posiblemente otros, aunque en menor número, lo harían a una boloñesa; personalmente opino que la razón principal es evitar el uso de flotadores deslizante con cañas inglesas, técnica que no tiene demasiados adeptos en nuestro país.
Estas cañas, debido a su longitud y a estar provistas de carrete, nos brindan la posibilidad de utilizar hilos muy finos y bajos mas finos aún, algo muy difícil de igualar con otras técnicas.
Si se manejan correctamente, estas cañas pueden dar excelentes resultados también cuando se pesca en aguas tranquilas.
Su acción hace de ella una herramienta muy útil, además de segura, sobre todo tratándose de peces que, una vez clavados, tienden a irse hacia el fondo —como es el caso de los barbos— y sobre todo en lugares con lechos de pizarra o con vegetación sumergida, pues te da la posibilidad de controlar al pez antes que cualquier otra caña gracias a su longitud, pudiendo además, llegar a provocar y tentar al pez a una cierta distancia de una manera más natural.
La mayoría de las boloñesas existentes hoy en día vienen montadas con anillas de puentecillo sobre elevadas, evitando con ello el contacto de la caña con la línea, algo que daría problemas pescando en días de lluvia.
Si se manejan correctamente, estas cañas pueden dar excelentes resultados también cuando se pesca en aguas tranquilas.
Su acción hace de ella una herramienta muy útil, además de segura, sobre todo tratándose de peces que, una vez clavados, tienden a irse hacia el fondo —como es el caso de los barbos— y sobre todo en lugares con lechos de pizarra o con vegetación sumergida, pues te da la posibilidad de controlar al pez antes que cualquier otra caña gracias a su longitud, pudiendo además, llegar a provocar y tentar al pez a una cierta distancia de una manera más natural.
La mayoría de las boloñesas existentes hoy en día vienen montadas con anillas de puentecillo sobre elevadas, evitando con ello el contacto de la caña con la línea, algo que daría problemas pescando en días de lluvia.
Flotadores deslizantes
Cuando la situación lo requiera y debido a la profundidad del escenario, tendremos la posibilidad de usar flotadores con montajes deslizantes, prácticos sobre todo en escenarios de zonas muy profundas, aunque también resulten útiles para practicar lanzados largos en lugares donde las orillas presenten maleza, juncos y ramas caídas que dificulten la acción del lanzado, teniendo que sortear muchas de ellas para poder llevarlo a cabo.
A diferencia de la inglesa, el menor número de anillas facilita también el paso entre ellas
del nudo de bloqueo del flotador. Estas son algunas de las muchas razones por las que en más de una ocasión me decido a utilizar estas cañas, aunque, como siempre digo, esto es sólo mi opinión personal, respetando en cualquier caso todas las demás.
Algunos flotadores utilizados para esta modalidad de pesca en deslizante
Como dije anteriormente, sobre este tipo de pesca se ha hablado mucho, y mucho también es lo que se puede sacar de ella, partiendo de un montaje normal con flotador fijo hasta llegar a uno de flotador corredizo, con una línea cargada de emplomadura o intentando todo lo contrario.
UN FLOTADOR MUY ESPECIAL
Cuando el escenario lo permite y las condiciones son favorables para ello, intento pescar con montajes finos, con poca caída en la línea; pero con estas cañas, dada su longitud, la propulsión de un flotador pequeño no siempre es tarea fácil, máxime si lo que se pretende es alcanzar cierta distancia. La primera de las soluciones pasaba por conseguir lanzados largos, pero sin sacrificar la estabilidad y sensibilidad del flotador, al menos, dentro de lo posible.
Uniendo todo esto, decidí plomear los flotadores y el problema desapareció.
Se trataba de combinar un flotador convencional pero con suficiente peso interior que me permitiera alcanzar el lugar deseado con un montaje de línea lo más fino posible.
Su montaje es sencillo, y como se pude ver en la foto, con pocas herramientas se puede llegar a preparar
Lo primero que debemos de tener en cuenta es el peso máximo que aguanta el flotador, para así añadirle sólo el que realmente pretendemos, ayudándonos de las anillas de latón
Las herramientas necesarias son: Una sierra de marquetería, unas anillas de latón, un clip y pegamento súper rápido. Una vez terminado el proceso, se le da una capa de pintura antiporos, se deja secar,se pinta, y como punto final, se barniza con barniz transparente o en spray. En pocas horas nuestro flotador estará listo.
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