lunes, 8 de diciembre de 2014

Pesca al legering con flotador de inglesa.

Llegadas estas fechas en las que empiezan a hacerse notar los primeros fríos invernales, decae mucho la actividad de los peces. Al estar menos activos, su organismo  necesita también menos alimento.

 Es una época del año que, personalmente a mi me encanta. En estos días, parece seleccionarse el tamaño de los peces y las pocas capturas suelen ser de gran tamaño.

 Los peces más pequeños, empiezan a sufrir ya una especie de letargo condicionado por la temperatura, pero no por ello dejamos de intentar  capturar esos ejemplares de buen tamaño que merodean por las orillas de ciertos embalses

Las orillas de los embalses aparecen  vacías de visitantes y pescadores y algunos sabemos que es una estación idónea para fusionarse con el entorno y disfrutar de una tranquila naturaleza.

Un embalse que personalmente me encanta es el de Portaje. Embalse de aguas limpias y claras, con buenos ejemplares de astutas y desconfiadas carpas, y para la pesca, en estas fechas suele ser mi preferido.

             En este embalse, por estas fechas se puede ver el fondo incluso a varios metros de la orilla

" Mañana de niebla, tarde de paseo" .
Es muy común oír esta frase, y eso, es lo que la mañana de hoy  nos ofrecía en sus primeras horas.

Al llegar esta mañana a las inmediaciones del embalse, un espeso manto de niebla cubría todo su entorno, que dificultaba por momentos una clara visión  al desplazarse con el coche por su orilla.

 Me acerque  a una zona comúnmente llamada por nosotros "de las troncas", llamada sí por la gran cantidad de cepas  de  troncas de encina sumergidas  y cortadas que encuentras en esa zona y que te hace perder más de un hermoso pez.

 Tras recorrer  algunos  centenares de metros, decidí pararme en una rehoga con  gran cantidad de patos  nadando en su orilla.

 Tras esperar unos minutos y mirar el entorno  detenidamente comprobé que había actividad de peces aunque con tímidos movimientos superficiales.

 Una vez montando el puesto de pesca y la caña elegida hoy, me dispuse a tomar la profundidad, que, a duras penas, podía ver emerger el mástil de larga boya inglesa que le había colocado a la caña de legering.






Mi intención en  la mañana de hoy era pescar con la caña de legering,  a la que le  había montado una punta o quivers con muelle y había decidido colocarle de lastre, un cebador.

  Tras  recogerle parte de su puntera para elevar la acción de carga y una mayor precisión en el lanzado, me dispuse a ajustar el cebador, para no cargarlo en exceso




           Punteras o quivers con muelle

 Esta modalidad de pesca la realizo diferente a las demás, aquí el flotador de inglesa o waggler pasa a segundo plano.y es que, una vez cargado el cebador, se le debe ajustar el flotador, e incluso cambiarlo si fuese necesario por uno  de más flotabilidad.

Estos flotadores, están fabricados y ajustados a mano  y quedan en el agua, total y correctamente verticales en acción de pesca.

 Parece una acción difícil de realizar pero, partiendo de la base que casi todos los cebadores que utilizo, no llevan de carga a los diez gramos en vacío, me queda un margen suficiente  para  ajustarlo debidamente.


 Los cebadores suelo cargar principalmente, los de muelle, con masa de pan mezclado con recortes de  pastelería y los de jaula con gusano encolado, estos dos tipos de cebos, alojados en los cebadores ya sea de un estilo u otro, raramente suelen superar los 10 gramos sobrantes del  ajuste que le falta  al flotador.

Abajo , la mezcla para cebador de muelle

  Teniendo en cuenta que esta pesca no la realizo a más de 30 metros de la orilla,el seccionamiento de la antena pintada del largo mástil del flotador, te ayuda a resolver el problema del ajuste y advertir  correctamente de la picada del pez..







 La distancia del flotador desde su asiento en la línea hasta el cebador, debe de ser al menos cinco centímetros más larga  que la longitud del flotador para evitar posibles enredos en el lanzado y suelo frenarlo con un pequeño tope de goma/ caucho.







 El cebado de inicio, lo hice con una mezcla de pan, tierra de la  misma orilla para darle menos desconfianza al pez (se dice que la astuta carpa  detecta cualquier componente extraño que se le arroje al agua, incluso en la mezcla si alguno de sus componentes no esta relacionado con su entorno)  además de darle un color más natural a la mezcla y maíz dulce que utilizare también de cebo.


 Una vez ajustadas estas acciones, cargué el cebador  de masa  de pan bien apelmazado -en ocasiones le suelo mezclar, si hay mucho tiro interior, harina de trigo, que hace la mezcla más aglutinante-.


  Me dispuse a pescar, lanzando mi aparejo al centro de la rehoga, la profundidad como había podido comprobar minutos antes, rondaba los dos metros y medio, fondo más que perfecto para pescar con esta modalidad, ya que el flotador hace la función de flotador deslizante, al igual que en la pesca a la inglesa.

 Si el flotador esta bien ajustado con el  variante peso, al tocar el cebador en el suelo, éste, emergerá  un poco, pero si esta bien tomada la medición del fondo, bastará una poco más de una vuelta de manivela del carrete para tensar la linea y colocarlo correctamente en posición de pesca, hundiéndose al mínimo toque sobre el cebo .

 Desaparecida la niebla, a media mañana, la primera de las picadas hizo hundirse el flotador, aunque en esta ocasión, la precavida carpa logró vencer el engaño, haciéndome errar en el clavado. No así a los pocos minutos, la segunda inmersión del flotador que arrastró tras de sí, una hermosa carpa cercana a los dos kilos de peso.




   Poco a poco se sucedieron las picadas hasta llegar a conseguir  tres hermosas carpas en la sacadera y  podía haber sido alguna más, de no ser porque desanzueló perdiéndose entre alguna cepa o raíz de tronca de encina sumergida, es que en ese terreno, ellas salen ganando.








 Pero que como suelo decir, el pez es un trofeo para algunos de nosotros tan preciado que no debe ser pescado sólo una vez.

   Captura e inmediatamente suelta, respetemos al pez, solo así es deporte, merece darnos más satisfacciones!


   Una de las variantes más que se puede realizar con una caña de legering, que, con un poco de paciencia y practica, esta modalidad es técnica y funcional como cualquier otra.

2 comentarios:

  1. Kily, como siempre un placer leer tus relatos de pesca y la forma tan profesional en como lo explicas todo, gracias!!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu sinceridad "Pely" me alegro que te guste.
    Son muchas las horas de pesca que llevan cada una de estas modalidades para llevarlas a cabo y, a veces, con no pocas decepciones, eso sí, cuando lo consigues sincronizar todos y cada uno de sus pasos, lo de menos son las capturas, lo importante es que, personalmente, la has realizado de una manera sencilla, simple y clara y así es, como intentas transmitirlo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar