LA PESCA EN LAGOS Y EMBALSES
Si hay alguna modalidad que haya sido mal interpretada, según los expertos sobre ella en este país, ésta puede que sea la pesca con boloñesa, y sobre todo, la variante que se utiliza para adaptar estas cañas a la práctica de este deporte en ríos y embalses alcanzando distancias superiores, en pesca desde orilla, a las conseguidas con la más larga de la cañas enchufables.
A veces sucede que los peces, debido a múltiples razones, se mueven por delante de la zona seleccionada para pescar con una caña enchufable, e incluso bajando de diámetro y de número de anzuelo, nos queda la duda de si lo estamos haciendo bien o no, pues los resultados no son precisamente los esperados.
Probablemente al ocurrir esto, los pescadores más prácticos seguramente recurrirían a una caña inglesa, pero posiblemente otros, aunque en menor número, lo harían a una boloñesa; personalmente opino que la razón principal es evitar el uso de flotadores deslizante con cañas inglesas, técnica que no tiene demasiados adeptos en nuestro país.
Estas cañas, debido a su longitud y a estar provistas de carrete, nos brindan la posibilidad de utilizar hilos muy finos y bajos mas finos aún, algo muy difícil de igualar con otras técnicas.
Si se manejan correctamente, estas cañas pueden dar excelentes resultados también cuando se pesca en aguas tranquilas.
Su acción hace de ella una herramienta muy útil, además de segura, sobre todo tratándose de peces que, una vez clavados, tienden a irse hacia el fondo —como es el caso de los barbos— y sobre todo en lugares con lechos de pizarra o con vegetación sumergida, pues te da la posibilidad de controlar al pez antes que cualquier otra caña gracias a su longitud, pudiendo además, llegar a provocar y tentar al pez a una cierta distancia de una manera más natural.
La mayoría de las boloñesas existentes hoy en día vienen montadas con anillas de puentecillo sobre elevadas, evitando con ello el contacto de la caña con la línea, algo que daría problemas pescando en días de lluvia.
Si se manejan correctamente, estas cañas pueden dar excelentes resultados también cuando se pesca en aguas tranquilas.
Su acción hace de ella una herramienta muy útil, además de segura, sobre todo tratándose de peces que, una vez clavados, tienden a irse hacia el fondo —como es el caso de los barbos— y sobre todo en lugares con lechos de pizarra o con vegetación sumergida, pues te da la posibilidad de controlar al pez antes que cualquier otra caña gracias a su longitud, pudiendo además, llegar a provocar y tentar al pez a una cierta distancia de una manera más natural.
La mayoría de las boloñesas existentes hoy en día vienen montadas con anillas de puentecillo sobre elevadas, evitando con ello el contacto de la caña con la línea, algo que daría problemas pescando en días de lluvia.
Flotadores deslizantes
Cuando la situación lo requiera y debido a la profundidad del escenario, tendremos la posibilidad de usar flotadores con montajes deslizantes, prácticos sobre todo en escenarios de zonas muy profundas, aunque también resulten útiles para practicar lanzados largos en lugares donde las orillas presenten maleza, juncos y ramas caídas que dificulten la acción del lanzado, teniendo que sortear muchas de ellas para poder llevarlo a cabo.
A diferencia de la inglesa, el menor número de anillas facilita también el paso entre ellas
del nudo de bloqueo del flotador. Estas son algunas de las muchas razones por las que en más de una ocasión me decido a utilizar estas cañas, aunque, como siempre digo, esto es sólo mi opinión personal, respetando en cualquier caso todas las demás.
Algunos flotadores utilizados para esta modalidad de pesca en deslizante
Como dije anteriormente, sobre este tipo de pesca se ha hablado mucho, y mucho también es lo que se puede sacar de ella, partiendo de un montaje normal con flotador fijo hasta llegar a uno de flotador corredizo, con una línea cargada de emplomadura o intentando todo lo contrario.
UN FLOTADOR MUY ESPECIAL
Cuando el escenario lo permite y las condiciones son favorables para ello, intento pescar con montajes finos, con poca caída en la línea; pero con estas cañas, dada su longitud, la propulsión de un flotador pequeño no siempre es tarea fácil, máxime si lo que se pretende es alcanzar cierta distancia. La primera de las soluciones pasaba por conseguir lanzados largos, pero sin sacrificar la estabilidad y sensibilidad del flotador, al menos, dentro de lo posible.
Uniendo todo esto, decidí plomear los flotadores y el problema desapareció.
Se trataba de combinar un flotador convencional pero con suficiente peso interior que me permitiera alcanzar el lugar deseado con un montaje de línea lo más fino posible.
Su montaje es sencillo, y como se pude ver en la foto, con pocas herramientas se puede llegar a preparar
Lo primero que debemos de tener en cuenta es el peso máximo que aguanta el flotador, para así añadirle sólo el que realmente pretendemos, ayudándonos de las anillas de latón
Las herramientas necesarias son: Una sierra de marquetería, unas anillas de latón, un clip y pegamento súper rápido. Una vez terminado el proceso, se le da una capa de pintura antiporos, se deja secar,se pinta, y como punto final, se barniza con barniz transparente o en spray. En pocas horas nuestro flotador estará listo.
En principio, todo parecía estar solucionado con esto, pero algunos de nosotros en temas de pesca somos bastante inconformistas; la prueba de ello es que siempre intentamos ver este mundo de la manera más natural y sencilla posible, y claro, después de modificar este flotador añadiéndole su emplomadura directamente en el cuerpo, me decidí a intentar mejorar este método.
Necesitaba llegar a lanzar lejos, sin riesgo de enredos, pero debía hacerlo de una manera sencilla pero a la vez consiguiendo la sensibilidad suficiente para que, tras un primer intento de picada, el pez no necesitara hundir todo el flotador, evitando que éste desconfiara lo más mínimo y le pusiera en alerta, cosa que sucede con frecuencia cuando se trata de peces recelosos o de picada casi imperceptible; en definitiva, mi intención era siempre buscar la manera en que el pez no percibiese el mínimo obstáculo al comer y que tomara el cebo como si fuera la propia naturaleza quien se lo estaba brindando.
Después de muchas pruebas que dieron al traste —flotadores de diferentes tamaños y formas, y todos ellos fabricados artesanalmente y con las mejores intenciones—,recordé una celebre frase: “Divide y vencerás”, y eso fue lo que hice, separar el cuerpo de la boya de su antena y su quilla, con lo cual el pez sólo notaría al picar el peso de la antena.
Algunos de los prototipos utilizados en las primeras pruebas.
De esta forma conseguiría un flotador de cierto peso que me daría opciones de propulsarlo a larga distancia pero manteniendo la sensibilidad de uno de poco más de un gramo.
Hay varias formas de fabricar estos flotadores, pero creo que la más adecuada y sencilla es la que se lleva a cabo dividiéndolo en dos partes, a las cuales denominaremos parte “matriz” y parte “acoplada”
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La parte matriz o el cuerpo de boya principal (parte a la que llamaremos “A”), una vez perforada, debe autoplomearse hasta alcanzar un hundimiento de sus 4/5 partes; esto a la vez facilita base a la parte acoplada (la llamaremos “B”) .
Este adaptador es móvil, y se puede modificar su dimensión y tamaño siempre que las condiciones lo requieran; cuanto mayor y más voluminoso sea éste, mayor y más pesada será la emplomadura que podremos utilizar en nuestra línea, y su misión principal es la de propulsar la antena hacia arriba una vez que el pez la haya hundido y,como sucede en muchos casos, haya soltado el cebo, volviendo a ésta a su posición inicial, quedando preparada de nuevo para detectar la próxima picada en el menor intervalo de tiempo posible.
Partes de un flotador de antena deslizante
Partes de un flotador de antena deslizante
La parte “A” de dicho flotador debe ir autoplomeada por medio de unas arandelasde ajuste; lógicamente, a mayor dimensión de flotador, mayor debe de ser el número de arandelas de ajuste.
El resultado será que podremos estar pescando con flotadores de 5 a 10 gramos —con la consiguiente precisión en el lance—, y la a vez tendremos la opción de estar pescando con una línea plomeada de 0,50 a 2 gramos que nos ofrecerá suficiente sensibilidad, pudiendo variar la cantidad de plomeado en función de las condiciones de pesca y permitiéndonos sustituir dicho adaptador por uno más adecuado en cualquier momento.
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Podremos cambiar la línea de emplomadura sin necesidad de cambiar el flotador,sólo reemplazando el adaptador por otro de mayores dimensiones, aunque al hacerlo deberemos tener en cuenta la relación existente entre las partes “A” y “B”,pues si sustituimos el adaptador por uno más grande, deberemos compensar su peso mediante la colocación de plomos en su quilla o añadiéndole alguna arandela más de ajuste; con ello conseguiremos de una manera rápida la colocación y el buen posicionamiento del flotador nada más tocar al agua.
Sin embargo, si no tenemos estos factores en cuenta, después del lanzado el flotador aparecerá tumbado sobre la superficie del agua, dificultando que alcance la deseada posición vertical que garantizará su perfecto funcionamiento.
La mayoría de los profesionales de la pesca hacen día a día que este deporte sea cada vez mas técnico y competitivo, enseñándonos nuevas maneras de llevarlo a cabo. Nosotros, simplemente, nos lo tomamos de una forma diferente, probando con nuestras locuras, a veces con acierto y otras veces llevándonos decepciones, pero a buen seguro que la finalidad que buscamos todos es siempre la misma: Vivir la pesca como lo que realmente es, deporte, ante todo deporte, el maravilloso deporte de la pesca. Flotador con antena deslizante
Esquema del flotador con antena deslizante, en él la linea pasa por su interior,, esta no debe quedar en su interior tensada del todo,y se bloqueará en la parte superior de la antena por un trozo de elástico( yo uso un trozo de macarrón de elastico de tirador) que, una vez efectuada la picada, esta en su hundimiento quedara bloqueada en la parte superior del cuerpo principal de la parte "A" del flotador.
En la quilla,- componente de la parte" B "-se bloquea con tres trocitos de elástico de silicona como un flotador convencional.
Esta quilla, junto al adaptador flotante de corcho y unida a la antena, al estar independiente, es móvil y se puede desacoplar a la parte matriz del flotador (parte A) por eso, en caso de necesidad puede ser cambiada por otra que aguante mayor o menor lastre, dependiendo todo ello, de las condiciones existentes en el escenario.
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