sábado, 2 de abril de 2016

Puente de la Reina, pescando con larvas de Efímeras


Puente  de la Reina

 Puente de la Reina, puente que atraviesa la cabecera del río Arrago, a un par de kilómetros río arriba antes de la entrada en el pantano de Borbollón.  Una bonita y tranquila zona de pesca muy conocida por todo pescador de la comarca al que le gusta la pesca fluvial.

Pero en si, para algunos pescadores, los más intuitivos y conocedores del entorno, este puente es algo más, es una línea imaginaria de lo que, en otro tiempo fue, el final de la "zona de la trucha" con aguas agitadas bien oxigenadas y rápidos torrentes; y el comienzo de la "zona de barbos", aguas más tranquilas, menos torrenciales y con tablas más largas.  Cualquiera de las dos zonas, eran unos escenarios idílicos años atrás, para tentar ambas especies en la modalidad de pesca al tiento.

Bonitos cachos, que convivían con las plateadas y reflejantes bogas de flancos brillantes que destellan en sus todavía, cristalinas aguas.

El calandino, también hace presencia en estas aguas y todavía se pueden ver las colmillejas amarillentas (denominadas colmillejas del Alagón)  en el fondo, escondiéndose entre los someros  arenales de su lecho.

 Es precisamente  aquí, en la zona de barbos, donde empieza nuestro tema de hoy.

 Estas aguas, a menudo, son muy pescadas sobre todo con la subida del barbo allá por mediados del mes de Mayo.


Aunque sabíamos a ciencia cierta que el barbo, en este río actualmente  quizá debido a un exagerado furtivismo, los continuos rastreos por sus aguas con  redes y trasmallos,  no íbamos a encontrarnos con grandes ejemplares hasta que no llegara su época de freza. Años atrás se decía que negreaban sus aguas claras con su presencia en la época del desove.



 Conversando con algunos experimentados y veteranos pescadores del entorno de este río, de unos años a esta parte, parece ser que, el barbo se ha acomodado mucho a las aguas de la cola de dicho pantano y su remonte en la época de desove, suele ser tardío y en contados días.

 Sin lugar a dudas, la manipulación humana en estos tramos cada día se hace notar más, posiblemente sea esta una de las causas que están incomodando a esta especie a modificar, durante este ciclo anual, algunos de sus naturales hábitos de vida .



                                                                        Barbo de río



 Andando río abajo, junto a mi hija Marta, los dos, con caña y cubo en mano, recipiente en el que lleva vamos nuestro cebo para pescar ciprínidos habituales de este río, decidimos buscarlos y tentarlos con "la larva de efímera o gusarapa" moviéndonos río abajo a lo largo de su orilla.


 La eclosión de algunas de estas larvas en el recipiente había dado lugar a preciosos y atractivos subimagos. Este proceso natural dura tan solo unas horas y, es muy difícil el que eclosionen muchas a la vez, no obstante, es precisamente en este momento, cuando he podido comprobar en muchas ocasiones, resulta ser más atractivo para el pez.      Quizá, la razón de ello sea el movimiento de estas larvas hacia la superficie, movimiento que provoca en los peces una cierta atracción  que condiciona su actividad sobre todo en los primeros y, ya cálidos días de principios de la primavera.  
Aquella tarde, primera de las tardes de agradable temperatura, intuía que, viendo la claridad de las aguas del río, poco íbamos a hacer ante sus cristalinas aguas, a si que, el uso del flotador en el aparejo estaba de más.

Un pequeño trozo de plástico de una simple bolsa de transparente, anudado a la línea madre, (lastrado por un pequeño plomo) iba a ser el señalizador o indicador de picada, en estas limpias aguas, para evitar al máximo. la desconfianza del pez en estas someras y todavía limpias aguas.

Río abajo, nos encontramos con una pequeña pesquera, que hacia de retención frenando parte del empuje de la corriente.

 El reflejo en su retorcer, de los flancos de las bogas, brillaban en el centro de la corriente, aunque solas no estaban, algún que otro huidizo barbo, aunque de pequeñas dimensiones, escapaba ante nuestro ojos corriente arriba.

 Si hubiera visto grandes peces en la corriente, hubiera utilizado un anzuelo más grande. pero viendo que la corriente estaba de momento poblada de bonitas bogas, tuve que adaptar el anzuelo a su pequeño bocado. En esta ocasión un anzuelo del  nº18 de pata larga de fino hierro, ensartando su larva justamente bajo su cabeza, dejando libre su revotona cola.
Un bajo de línea del 0'12 de unos 30 cm, unido a la línea madre por un esmerillón del nº 18 se encargaba de arrastrar el cebo río abajo.


Sobre la orilla opuesta había un gramizal, acercándome a él, arrancando unos puñados de hierba me puse a picar con unas tijeras triples un poco de hierba en un recipiente, una vez picada y humedecida se le añade un poco de tierra negra de vega tamizada y se vuelca en la entrada de la corriente unos metros río arriba.

Toda esta acción tiene su por qué y, el comportamiento del pez en corriente está muy vinculado a  esta y, a lo que, en ella se mueve y transporta, esta larva que íbamos a usar de cebo, vive entre la hierba y para que la hierba se hunda a media agua, hay que darle peso.

 Garantías en aguas limpias te dan muy pocos cebos pero, al menos este, se debe presentar de la manera más natural posible.


Los pescadores que utilizan  la modalidad de la pesca a fondo, ensartan dos o tres larvas en un gran anzuelo entre los números del 1 al 6, esperando capturar con ello los más grandes ciprínidos. 
                                                                            
   Es una larva delicada, sobre todo para ensartarla en anzuelo grandes, es siempre muy recomendable el uso de estos de "fino hierro". 

 Un pequeño truco que nos servirá de ayuda a la hora de darle una cierta dureza es, sacarlas del agua un par de horas antes de usarlas y dejarlas en otro recipiente  solo con la propia hierba fresca.

Tampoco nos sorprendió la picada de algún que otro pez también autóctono, el calandino pardo, presente en estas aguas y que no desprecia tan atrayente cebo.

Este río, todavía en sus aguas con pocos depredadores, ya que la trucha cada vez es más escasa, tiene aún, una buena población de estos pequeños ciprinidos. 



Calandino

 La población de bogas aún sigue siendo bastante estable, y las capturas en el día de hoy, en su mayoría eran bonitas y respingonas bogas, que más de una vez, si no ensartabas correctamente la larva con la punta del anzuelo desnuda, te hacían errar más de una clavada y que al final de la tarde , con el sol cayendo, volvieron a sus aguas una vez fotografiadas.

                           

Algunas de las bogas capturadas en el día de hoy


Existen muchas formas y mañeras  de cebar en corriente dependiendo del cebo que vayas a usar, aunque todas, guardan una similitud muy parecida y tienen el mismo denominador común, forzar la actividad y la mejor aceptación de la comida, que arrastrada por las aguas, le brinda al pez la corriente.

Siempre me acordé de el refrán: a río revuelto...    aunque si bien es verdad, ni con todos lo cebos se hace igual forma, ni a todos lo peces se les suele presentar de la misma manera.

El uso de larvas de efímera, la coquilla, la quisquilla como cebos, el cebado en corriente con saltamontes o con hormigas aladas e incluso con larvas de miel o (zánganos), con la hogaza de pan, el cebado con la hormiga roja, el berbajo y el higo paso, la pipa de melón, son técnicas de cebado artesanales,(hoy ya casi olvidadas)  que observé e intenté aprender desde muy temprana edad, a lo que, ayudó mi trabajo por el norte de la provincia cacereña, conociendo, compartiendo, siempre escuchando y viendo en su tareas a los más sabios y viejos pescadores ribereños de muchos de nuestros ríos.

 Técnicas que despertaron en mi, mis ganas e interés por conocerlas, luego probarlas y convencerme de su eficacia.

2 comentarios:

  1. Gracias Kily. Gran artículo.
    Por cierto, vaya cubo chulo que tienes... Un abrazo.

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  2. Gracias Dan, me alegro al saber que este articulo a ti precisamente te guste, por que se que te gusta la pesca en estado puro y natural. Lo del cubo, jejee! me hace gracia, es pura coincidencia el enfoque de la foto, pero creo que, después de mas de veinticinco años vendiendo y promocionando esta marca, me parece que se lo debo.

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