viernes, 20 de mayo de 2016

El barbo - La cuna del barbo


Sierra de Gata, naturaleza viva, tierra de leyendas, tradiciones y costumbres, tierra de encanto y sueños.

Muchos de nosotros, serragatinos orgullosos de nuestro entorno, tesoro natural que nos regala esta tierra, que cada vez que la mirábamos, el pasado mes de Agosto, bajábamos la mirada al ver que, tras el desbastador incendio, algo dentro de cada uno de nosotros, rabiosos e impotentes por la situación, se nos perdía.

Mas de 8200 de hectáreas de bosque y pinares y monte bajo se quemaban, dejando un paisaje desolador, nadie, ni incluso los más optimistas podía ver mas allá de su entonces, manto de cenizas y oscuro paisaje.

Sin embargo, la naturaleza es un ecosistema y como tal, de ahí que se la tilde de "sabia", porque en la mayoría de los casos, tiende a equilibrarse por si sola.  Tras un triste Otoño para ella, llega el invierno que, aunque muy suave, da los primeros indicios de lluvia, limpiando sus laderas tras la tala de su quemada arboleda. 

Entrada la primavera con abundantes precipitaciones, la sierra poco a poco va encaminada a su natural recuperación, sus arroyos y ríos se llenan de rebosante agua y los sotos y alamedas de sus riveras consiguieron sobrevivir al fuego y presentan hoy un agradable  y vistoso colorido.

El ciclo de la vida sigue y, entre las aguas de sus riveras, se va a desarrollar uno de los acontecimientos más atractivos y bonitos que nos brinda la primavera en un río, la subida del que para mí, es el más lindo de los ciprínidos, el gran "cíprido", el barbo, en el ciclo de su freza.




Tentando barbos en una corriente sostenida

El Barbo

El barbo es un pez que pertenece a la familia de los ciprínidos y es junto con la boga el cacho, uno de los ciprínidos más representativos y endémicos de las cuencas de los ríos de la vertiente Atlántica, aunque está representado en la mayoría de los ríos de la península Ibérica.

 Es un animal enérgico, poderoso y ágil a pesar de su tamaño. Su cuerpo es alargado y casi cilíndrico. Su dorso es color entre negro y verde oliva, sus aletas dorsales y caudales son oscuras y predominan los tono rojizos, la anal y la ventral muestran tonos más claros e incluso, amarillentos. Su vientre suele ser entre amarillento y blanco, (dependiendo de su hábitat) y su cola es fuerte y poderosa, en las hembras en su parte inferior es más amarillenta.

En la península Ibérica existen varias (y todavía discutidas y no muy exactas) variedades de barbo, el más generalizado es el  barbo común,  (Barbus barbus) comparte hábitat con el  barbo comizo,(Barbus comiza) en ocasiones dando lugar a hibridismos. El barbo gitano, propio de los ríos del sur de la península (Barbus esclateri) de color mas oscuro y de vientre amarillento, el barbo cabecicorto (Barbus  microcephalus) y el pequeño barbo de montaña.(Barbus meridionalis) entre algunas de sus variedades.


Barbo común


Barbo comizo


 En este artículo, los vamos a buscar, los vamos a seguir y observar, vamos a intentar disfrutar de su pesca, del ímpetu de su picada, su fuerza y energía, de ese precioso animal que, tras su picada, hace temblar la mejor de las cañas y dudar de la resistencia de nuestros aparejos. Causante de la subida de  adrenalina que aun sabiéndolo, nos produce ese tirón repentino tras su picada, que nadie sabe de donde vino, ni nadie se imagina nunca a ciencia cierta, como acabará.

Durante estos días que dura su freza, el pez se muestra paciente y entregado a su causa, ignorando en muchos de los momentos del día lo que ocurre cerca de él, en muchos aspectos, está viviendo ahora, su época anual más vulnerable.

Si somos conscientes de ello, disfrutaremos con su pesca en los tramos donde se encuentra, pero sin olvidar que debemos respetar su proceso de reproducción, de ello, va a depender el nacimiento de miles de alevines.



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En su época de freza, remonta los ríos hacia sus zonas más altas y buscando especialmente suelos de grava, es una especie de migración natural. Durante este tiempo, el macho presenta una especie de gránulos sobre su hocico, son los denominados tubérculos nupciales, estos llegan a su madurez sexual a partir de los dos años, midiendo alrededor de 10 cm. 

Por otro lado, la hembra lo hace a partir de los cuatro años y con casi el doble de talla que el macho. Es la encargada de hacer una especie de nido entre la grava del fondo de lo que se ayuda con su cola donde deposita allí sus huevas. Una hembra adulta puede poner entre 10000 y más de 20000 huevas que tardan en desarrollarse dependiendo de la temperatura del agua algo más de una semana.

Al nacer los alevines, estos se desarrollan rápidamente llegando en un año a alcanzar los 10 cm de longitud, de joven, este pez, tiene un comportamiento gregario siempre va en grupo, llegando a la madurez, a partir de los dos años se muestra solitario y tranquilo, a veces aletargado durante largo tiempo en el fondo.

Su alimentación es muy variada, pasando por insectos, saltamontes, caracoles, lombrices y sobre todo larvas y gusanos que encuentra buscando con su hocico prominente  bajo las piedras e incluso también, se alimenta de algas, semillas y frutas.

 Cuando alcanza un gran tamaño, incluso se vuelve predador de otras especies y su crecimiento está condicionado por la temperatura del agua y el alimento.  

Su longevidad en un hábitat natural puede llegar a los 12 o 14 años y se han llegado a capturar ejemplares de más de 15 kilos.

Su pesca.

Existen muchas formas de tentarlo en corriente, pero la que a mí personalmente me gusta, es la pesca con pequeñas boyas y si la corriente es muy sostenida, para retener más el cebo en ella, es la pesca al tiento, llevándola a cabo con un pequeño plomo que recorre el lecho de la corriente reteniéndolo a intervalos regulares.

Para adaptarme a una u otra situación dependiendo si pesco en corrientes o en remanso con un señalizador de línea o con una pequeña boya esférica suelo usar unos pequeños trozos de elástico de silicona que me hacen de sujeción en la parte superior e inferior del señalizador y en la pequeña boya  bajándolo hasta la base de la antena y en la corta quilla de esta.


Señalizador de línea y boya de corriente


Algunas pequeñas boyas usadas en las tablas y corrientes



 Hugo pescando en el "Charco de las señoritas"


              Estas limpias aguas están pobladas de barbos durante estos días de mediados de Mayo



Tras su picada, corriente arriba, el barbo hace dudar en muchas ocasiones sobre quien ganará la batalla una vez clavado en el anzuelo, si nuestro montaje de aparejo aguantará e incluso de la solidez y resistencia de algunas de nuestras cañas.


 

Tras la corriente, aparece metros más abajo el remanso, lugares idóneos para tentar al barbo.
Tras unos días de lluvia el agua baja  turbia, es el momento ideal para tentarlos con la lombriz, a medida que va clareando la larva de moscarda, (asticot) da muy buenos resultados.


No deja de sorprendernos la picada de alguna que otra trucha que sin pensárselo dos veces entra a nuestro cebo.



 Uno de mis cebos preferidos para corriente son las larvas de efímeras, que con aguas claras, son un cebo predilecto para cualquiera de los ciprínidos que remontan en primavera nuestros ríos y riveras.




Tras la espuma que produce las aguas en corriente aparece por un momento el hermoso pez después de una dura batalla de forcejeo que tranquilamente,
descansó aquí unos segundos, los suficientes para  darme tiempo a fotografiarlo.

Seguidamente, este ágil y nato luchador, volvió al sitio donde debe estar, corriente arriba para continuar en aquella rivera con su ciclo. 






Todos y cada uno de los peces fueron devueltos al agua sin necesidad de su paso por el rejón, durante el ciclo de la freza, este pez debe ser cuidado y mimado y ya que nos da la oportunidad  de sentirle tan cerca y disfrutar con sus picadas, debemos ser respetuosos con él y con su futura descendencia, quizá vuelva a darnos el año que viene iguales o mejores satisfacciones, "no somos nadie" para decidir y acabar con su derecho a vivir donde realmente debe estar.












                                                                       

Es uno de los ciprínidos a los que más admiración les tengo y, que por suerte hoy, aún en muchos lugares nos deja unas bellas estampas con sus remontes en nuestras riveras y ríos y disfrutamos a su paso viéndolos en las tablas de muchos de nuestros cauces, en sus ciclos nupciales, en su ciclos de reproducción y es obligación de todos y cada uno de nosotros de que esto, por mucho tiempo tiene aun que seguir así por que esto es su cuna, "la cuna del barbo ".

3 comentarios:

  1. Maravillosa descripción de ese momento único en la naturaleza del barbo, Killy. Siempre un placer leerte!! Yo antiguamente también los retenía en el rejón para la famosa foto en "grupo" pero ya no, captura foto y agua, que ellos tienen prisa...

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  2. Este es un momento en el que, todos deberíamos ser conscientes de la situación y de lo que supone el cuidado, manipulación y consideración por estas especies, aun queda muchas letras que escribir, muchas frases que hablar y argumentos que dar. Nunca será suficiente comparado con lo que ellos nos dan, siempre habrá alguien a quien no le importe lo que intentamos transmitir, pero aun así seguiremos intentándolo, cada vez que soltemos un pez, pensaremos en que él vuelve a la vida y, nosotros... continuamos haciendo lo que nos gusta! Deportividad y respeto por él ante todo!

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