El Ball Maker, un practico utensilio importado de tierras inglesas, quizá su traducción mas exacta seria en nuestro castellano "molde para fabricación de bolas de engodo" ya que su traducción literal es:
"hacedor de bolas", el cual no parece sonar del todo bien.
Ball Maker
Este pequeño útil, muy utilizado ya por algunos pescadores, con unos simples pasos a seguir, nos va a dar la posibilidad de elaborar nuestras bolas de engodo de la misma forma, peso y volumen, algo que, para cebar a largas distancia, es un extra añadido nada despreciable, sobre todo, por los que nos gusta en ocasiones pescar a muchos metros de la orilla y necesitamos llegar a concentrar nuestro cebado en el pesquil lo más agrupado posible.
.
Pasos a seguir
Teniendo en cuenta sobre todo la textura de nuestra pasta, y como mayor aliado utilizaremos como siempre el pan molido, con el que conseguiremos, hacer unas bolas perfectas, e incluso añadiéndole, si es preciso, complementos a la mezcla como es, el maíz e incluso el asticot.
Si la textura es la correcta, se puede incluso llegar a elaborar bolas de engodo con añadidos de cereales y cebos de origen animal.
Un utensilio que me convenció en mucho por su utilidad y simpleza y que posiblemente en poco tiempo, dará mucho que hablar, sobre todo para la pesca a largas distancias.
De pesca en el embalse de Portaje.
Una madrugada más, una mañana en las que el despertador suena temprano, de nuevo con intenciones de pasar unas agradables horas pescando al lado del agua, el escenario escogido es el embalse de Portaje, precioso pantano, que si por algo me gusta, es porque da más de arena, que de cal.
Muchas especies de ciprinidos habitan en él: bogas, carpas comunes y royales, nasones, barbos, carpines y tencas junto con algún centrárquido como el bass e incluso un gran número de engorrosos e insaciables percasoles.
Pero, lo que si esta claro, es que parece ser que, tanto unas especies como otras, tienen un denominador común en estas aguas, si una especie te lo pone difícil, la otra se mide con el mismos desgano.
Al ser un pantano de aguas totalmente limpias y oxigenadas, sin vertido ninguno, alberga una gran riqueza de vegetación acuática, microorganismos e insectos, que bien pudiera ser una de las razones por las que los peces, en muchas ocasiones hace caso omiso a nuestro cebo.
Acercándome al pantano, con el sol aun por salir, me di cuenta de que viendo el cielo todavía oscuro, había algo que me lo iba a poner mas difícil todavía, una hermosa luna llena brillaba sobre las aguas. Una vieja "creencia" rodea sobre muchos pescadores en este ciclo lunar, donde se dice que, la pesca suele desarrollar su actividad más por la noche que, en las hora diurnas, haciendo escaso caso a ningún tipo de cebo.
.
Una vez elegido hoy el lugar para pescar, quizá condicionado un poco por la situación de la fase lunar, me puse a observar detenidamente el pantano durante unos minutos, alguna carpa emergía y con discreto movimiento, enseñada su lomo a muchos metros de la orilla. En el puesto de pesca que había elegido aquel día se veía el fondo claro, incluso a varios metros de la orilla.
La situación era la que era, había que probar, deseando saber que me deparaba el día, aunque casi a ciencia cierta sabia que al mirar a ese gran espejo de agua que brillaba con los primeros rayos de sol , me lo iba a poner bastante difícil si quería conseguir alguna captura.
Un poco receloso por la situación, decidí probar con la pesca a la inglesa, monté una Comander, una caña de 14 pies (4,27m) una muy precisa caña de acción parabólica, montada con un sedal de 0,14 de escaso peso, enrollado en un carrete con bobina macht o de canal poco profundo y que lleva añadido un puente en 0,16 de algo mas de 11 metros para evitar posibles roturas en el lanzado. Su acción es de 3 a 7 gramos y el flotador elegido para hoy, iba a ser un bodied con estabilizadores en el mástil, con un peso de cinco gramos y soportando un lastre de casi tres gramos, de bajo de línea monte un 0´13 con un anzuelo de pata corta del numero 14, sobrepasando con la punta el cebo, en este caso maíz con aroma a fresa, y es que, en esta vez, con hasta ahora ausencia total de viento, parecía esta ser la caña y montaje que mas respondía a las necesidades del escenario.
Una vez sondeada la zona de pesca, unos casi seis metros de profundidad a unos 40 metros de la orilla, sabia que iba a ser un gran inconveniente si se empezaba a mover un poco el aire, con el empleo de tan poca emplomadura en bajada y a tanta profundidad., no obstante, decidí arriesgarme.
Intentando hacer un cebado preciso, para lo que utilice el ball maker, seguidamente lance la caña al lugar precebado, el cebo en esta ocasión, maíz aromatizado con sabor a fresa, la pastura elaborada llevaba también aditivo de fresa para una mejor adaptación del pez al cebo.
Había pasado ya la media hora y tras alguna picada en falso, cuando la primera carpa era conducida hasta la sacadera, no sin antes forcejear lo suyo, y aunque sus dimensiones eran escasas, ya que, no llegaba al medio kilo de peso, a esta, al cabo de unos minutos, le acompañó otra de menor talla.
Parecía que de momento alguna pieza se dejaba capturar, sin embargo, como se suele decir, "poco dura la alegría en casa del pobre", de repente un aire fuerte del Este, entorpecía la hasta entonces delicada situación.
A medida que la mañana iba avanzando, el viento soplaba con más intensidad
El flotador era levemente arrastrado por el aire y el hilo tardaba en sumergirse, lo que me ocasionaba a esa distancia de pesca, más de una engorrosa panza en la trayectoria del sedal, tras varios minutos intentándolo, baje aún mas la emplomadura activa hasta el fondo, aun así, el esfuerzo era infructuoso, el arrastre lateral podía con el montaje.
Sin darle mas vueltas al asunto, monté otra caña inglesa, esta vez una Artax 980 /No Limit, de 14 pies, también con acción semi parabólica, sinceramente uno de mis dos caprichos en cuanto a cañas inglesas se refiere. Con esta caña la situación cambiaba, montando un hilo de 0`16 con un puente unido de igual modo que la anterior de unos 11 metros de 0'20 y con un carrete similar, intentaba de nuevo volver a pescar en la zona de cebado.
.
Esta vez, el flotador artesanal era un bodied, plomeado interiormente en su bulbo, con un peso de 15 gramos, más un aguante de unos nueve 9 gramos de lastre que coloque en la linea, situando dos gramos en la emplomadura pasiva y siete en la activa, esta emplomadura activa, montada con diferente bolas esféricas, seguida con un bajo de linea de 0,15 y el mismo número de anzuelo que la anterior, el cebo seguía siendo el maíz aromatizado, pero esta vez, frenado en la punta por un pequeño maíz de gorma o cebo biónico, para impedir su salida del anzuelo en el lanzado.
Maíz utilizado como cebo
Tenia hecha una imagen mental del pesquil anteriormente cebado, pero una vez lanzada la caña , me asegure una vez más de ello con el uso de del ball Maker. Gracias a la elaboración idéntica de las bolas de engodo, su cebado es tan preciso, que tomando igualmente el mismo punto de referencia del inicio de la jornada de pesca, y usando el mismo tirador, sinceramente pienso que, con un poco de cuidado, en la medición del fondo, la distancia de pesca, no era muy diferente de la anterior.
Con un poco de paciencia, conseguí capturar tres carpas más en la calurosa y airosa mañana que, aunque no eran muy grandes, el esfuerzo por conseguirlas, al final había merecido la pena
.
Sinceramente, el llevar los montajes hechos de casa nunca me acabo de convencer y pienso que, ese tiempo que se pierde en montar cada día, a modo personal, viendo las condiciones del escenario, la actividad de los peces, las condiciones ambientales, personalmente, lo tomo como un reto más en cada día, aunque se pierdan varios minutos en el montaje, porque seguramente acabaran dando sus frutos a lo largo de la jornada de pesca.
Si las pesca fuera un deporte simple, a algunos no nos gustaría tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario