jueves, 29 de mayo de 2014

Pesca con caña teleregulable

   Unas de las anécdotas que recuerdo de chaval, vinculadas con el mundo de la pesca, se  remonta a una de las veces que, por aquellos entonces, chavales andarrios y aprendices de pescador de la pesca del corrido, sorteando maleza, cañaverales, árboles, arbustos y  ramas sobre el lecho del río Árrago, es, que recuerdo que  fui, con un amigo y compañero de pesca, a preguntar sobre una caña de pesca a una especializada tienda del sector.

 Por  aquellos días, pescábamos con cañas  anilladas de longitudes de poco más de 5  metros, buscando peces aquí y allá, en el  más escondido de lo charcos del río.

Tramo superior del río, predomina una excesiva vegetación en sus orillas

 Peces como bogas, cachos, barbos, tencas y algún que otro jaramugo o calandino, solían ir llenando nuestra entonces  práctica y cómoda costera, que, aunque a veces, se enmarañaba y enganchaba por los senderos y pasos que nos llevaban al río, hacíamos de ella, un práctico portautensilios, donde llevábamos el avituallamiento y los pocos materiales y apaños, de que entonces disponíamos.

 Las cañas, aunque no eran de mucha longitud, en ocasiones, (dada la vegetación existente en las orillas), resultaban demasiado largas, y es que, las condiciones y el espacio, en el que se maniobraban con ellas era muy justo, para llegar a los rincones en  los que, queríamos buscar ese escondido  pez.

Boloñesa adaptada,sus dos tramos inferiores, están unidos
 En ocasiones, un remedio rápido y casero nos resolvía el problema para acortar esos metros de más que, nos estorbaban de la longitud de la caña, con un trozo de alambre de hierro dulce, sujetando las anillas y bloqueando algún tramo, acortando la  longitud  de la caña, adaptándola al trozo pescable del río.

 Realizábamos en algunos tramos del río, una pesca a veces en continuo movimiento, buscando al pez, apurando hasta el ultimo recurso, para conseguir una captura.

A gusto con lo que hacíamos, como anteriormente cité, nos acercamos a preguntar a la tienda, unas cañas que sabíamos, nos iban a resultar más prácticas para este tipo de escenarios, cañas para pescadores en movimiento,  cañas para "andarrios".

 Todavía recuerdo la cara y el tono burlesco, del entonces (según se decía), experimentado pescador y vendedor de la tienda, al dirigirse a unos chavales que le comentábamos, que queríamos unas caña telescópicas adaptables, para esos complicados tramos de ríos que, habitualmente pescábamos.

 Es una imagen que, después de los años, no he logrado aun olvidar, dada su grosería, prepotencia y solera experiencia, según él negando que existía esa caña.

 Un  año más tarde, al pasar por el escaparate de dicha tienda, observé junto a mi amigo que, había expuesta una de estas inexistentes cañas.

 A este hombre, no le volví a ver más, pero cañas de éstas se siguen fabricando muchas, y yo conseguí la mía, aunque, no en ese establecimiento.

 Hablo de las practicas y funcionales cañas telescópicas teleregulables. 

 la caña telescópica teleregulable


 Caña teleregulable


 También llamada caña boloñesa adaptable, en principio, esta caña fue creada para aguas trucheras, ese era su principal objetivo. Son cañas perfectas para usarlas en tramos de ríos con poca anchura y para intentar pescar con ellas donde otro tipo de caña se pasaría en longitud.

 Para la pesca al tiento, son ideales y para la pesca con señalizador de picada en corriente, lo mismo.

 Se pueden usar como boloñesas cortas e incluso para aguas abiertas, en sus medidas más largas, también  desempeñan su función debidamente.

Una vez terminada la freza del barbo, tiempo que me gusta respetar en los ríos donde sube el barbo a desovar, me acerqué en un par de jornadas al río Árrago, pero esta vez, a unos cinco o seis de kilómetros aguas abajo, de donde solía pescar habitualmente de chaval. En esta zona, en algunos tramos, el agua suele estar mas calmada y existen charcos de buena profundidad. Aquí, la pesca en retención, suele ser muy productiva, bloqueando a intervalos cortos y regulares el flotador o señalizador, a su paso, por la zona de cebado, corriente abajo.

Con esta retención, al bloquear en su recorrido al flotador (o señalizador según se use), el cebo, con ello, sube unos cm del suelo, al ser empujado por la corriente. La intención con ello, es la de provocar el arranque de algún indeciso pez, que merodee por las inmediaciones, imitando, con esta acción, al movimiento de una larva que se levanta del fondo, teniendo entonces, muchas más posibilidades de que se efectúe con ello, una picada .

Tramo tranquilo del río Árrago

 Tentando barbos al corrido, aguas abajo

En esta mañana, el agua, bajaba mas turbia de lo normal en este cauce, debido a  las últimas precipitaciones en el mes de Mayo.
 Me acompañaba  Juan, un buen amigo y un buen pescador truchero de tierras gallegas, acostumbrado a realizar lances precisos, como pude comprobar y con el que, suelo pasar, buenos ratos pescando al lado del agua.
 En esta ocasión, decidimos tentar barbos en una de las pozas existentes en el río.




La boga,  pez habitual en este río

 No es un río en que sea muy habitual, conseguir grandes capturas, pero la boga tiene muy buenas dimensiones; y el barbo, aunque no de gran tamaño, entra bastante bien a los cebos naturales, pescando al corrido.

Señalizadores de picada


 Cuando pesco en agua con corriente  rápida y con  poca  profundidad,  la pesca al tiento, es la más recomendada con caña  boloñesa, para ello simplemente le añado a la linea un pequeño plomo o perdigón esférico, a una distancia considerable del cebo para intentar imitar y  hacerlo bajar lo suficiente como lo haría  naturalmente, el cebo que arrastra la corriente, esto generalmente ocurre en los tramos más altos del río.

La situación cambia cuando intentamos pescar en los tramos medios. Aquí, la corriente es más lenta y la profundidad del río va siendo mayor, en ocasiones para  poder  desplazar  el cebo a lo largo de la corriente necesitamos un flotador que nos delate la mínima picada y nos ayude a pasear nuestro cebo, siempre a la misma profundidad, a lo largo del lecho del río.

En los tramos en los que la corriente es muy lenta y predomina en el  río pozas profundas, en vez de flotadores convencionales, suelo utilizar unos pequeños señalizadores que, funcionan correctamente  en estos tramos del río.

 Son de fabricación casera, aguantan escaso lastre y delatan cualquier mínimo toque por débil que sea.

 Tienen mucha similitud con los usados a la pesca  a la inglesa en la modalidad  al stilk, y su bloqueo en la linea, se lo hago con nudo de tope, como en la habitual  pesca con flotador corredizo.

 Aguanta escaso peso, pero al utilizarse con cañas boloñesas  en distancias cortas, tampoco  representa un gran problema para el lanzado de los mismos con estas cañas.

Empecé a utilizar este sistema, más que nada, por su simpleza, y es que le añade al aparejo un peso extra con este miniflotador deslizante, en la fase de lanzado, que a su vez, facilita con ello su acción, ya que se asienta,  muy cerca de la emplomadura. He de recordar, que lo bloqueo en la línea con un nudo de tope.



El bloqueo del pequeño señalizador con nudo de tope, evito el uso de la perlita cerrando mas el ojal


La otra ventaja, es que, para tramos de río con mucha vegetación, un flotador convencional, se debe lanzar la mayoría de las veces, en lanzado de palanca, (con la caña hacia atrás, propulsando hacia adelante), eso, dificulta en muchas ocasiones el hacerlo correctamente, ya que, árboles y ramas suelen estar muy presentes en las orillas de los ríos.

 Con el señalizador, como boya, el lanzado, con un poco de práctica se puede ejecutar de modo lateral perfectamente guiado por la caña  y con un angulo de lanzado poco mas de 45º con respecto al pescador, llegando incluso en muchas ocasiones a poder hacerlo frontalmente.
                    

                                                               Señalizador

 Estos señalizadores, los utilizo para la pesca con caña boloñesa, cuando la pesca que practico es la pesca al corrido.

 Como anteriormente dije, los hago artesanalmente y no tiene ninguna dificultad su  fabricación.

 El cálamo (por dureza) y parte del raquis de una pluma de pavo, un trozo de tubito (pajita de bebidas), una antena gruesa, alambre flexible, hilo y barniz o un poco de laca

 Este señalizador de la foto de la derecha, fue fabricado a la inversa, cálamo para la antena y parte del raquis para su cuerpo, esto le proporciona una gran sensibilidad.

 Lo utilizo sobre todo en situaciones de muy escasa corriente o aguas muy calmadas, ya que, su lastre, es muy escaso( de 0,20 a 1 g.  normalmente) y la bajada del cebo es muy lenta. En ocasiones incluso, peces como bogas o carpines  suelen picar antes, de que, el mismo flotador, se llegue a colocar verticalmente por su plomeo.



              

 Materiales utilizados

 El tubito hueco, se corta a medida para que la pluma de pavo, se introduzca dentro y  parte del cálamo quede fuera de dicho tubito, por la parte inferior del mismo, a lo que, se le añade una pequeña argollita de  alambre flexible, por la que pasara  la linea. 

Ésta se introduce dentro del cálamo y a la vez, se pega y se rodea a  ambos con el hilo, para seguidamente, insertarlo, fijarlo. y pegarlo dentro del tubito de plástico.

 La antena se pude  hacerse de la mima pluma, haciéndola sobresalir por arriba unos centímetros,  posteriormente, pintarla y lacarla o añadirle una de plástico ya fabricada. 



 Pasos a seguir:

  Una vez introducida la pequeña argolla de alambre por la que pasara el hilo en el cálamo, el siguiente paso es pegarla y sujetarla, para después reforzarla con espirales de hilo. Hecho esto, el tercer paso, es introducir, parte de la pluma en el tubito de de plástico, insertándola y fijándola con pegamento.

 Lo siguiente a realizar, es introducir la antena en el otro extremo del tubo, pegarla y una ver terminado barnizar los extremos  del señalizador con barniz o laca antiporos.

 Con esto, el pequeño señalizador está terminado y listo para su uso, haciendo una función similar a la de una pequeña boya, sin ofrecer apenas resistencia al hundimiento.

 Un añadido más, que utilizo desde hace mucho, para esta bonita pesca, tan española, como ha sido siempre, la pesca al corrido.

Se dice que algunos de nosotros, en esto de la pesca, intentamos sacarle siempre los cinco pies al gato, pero, si no fuera así, personalmente pienso que llegaría a ser monótona y aburrida y desde luego, la pesca puede albergar muchas otras cosas, pero no se la puede tildar, precisamente... de eso.

2 comentarios:

  1. Kily me encantó leer tu reportaje verificar una vez mas lo bien que pescas y las técnicas que dominas. Al final me he reído mucho por verificar que tus "señalizadores" los he utilizado yo durante muchos años, con especial cariño por uno, que en Portugal llamamos "bóia de porco espín" todavía tengo dos que me regaló mi padre al cual tanto agradezco por haberme introducido en este mundillo.

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  2. Es cierto Pely, aquí también se llaman así, aunque yo ya casi ni las uso por que me quedan muy pocas y me pasa lo que a ti, les guardo un gran cariño, me alegro que te guste el reportaje y te traiga buenos recuerdos,es sencillamente , la pesca que hacíamos antes y a veces, me gusta aún, pasar alguna jornada en el río con boloñesa en mano.

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