jueves, 7 de agosto de 2014

Pescando en la Rivera de Gata





  La Rivera de Gata,  a su paso por la localidad de Moraleja, nos ofrece este precioso escenario de pesca,(conocido como el Charco del puente) además de una bonita zona de ocio, que es complementada  en una de sus orillas con un hermoso parque sombreado por una gran alameda.

Dos orillas con perfecto acceso a cada uno de los puestos de pesca, con un camino en cada una de ellas paralelo a cada uno de sus margenes.

  Con una suma total de 53 puestos de pesca y con una distancia mínima entre ellos  de 10 metros componen el bonito escenario.  Sus orillas actual y totalmente preparadas, además de adaptadas  para  disfrutar de la pesca, con  unos cómodos accesos a sus puestos.

Destacar sobre todo el gran esfuerzo que está haciendo la actual directiva de la Asociación deportiva  de pesca Virgen de la Vega por la  buenísima adaptación y limpieza de los margenes del río.

El charco del puente 

  Delicado escenario de aguas tranquilas, pero  precioso para pescar, sus especies, en su mayoría son especies  autóctonas, donde la pesca con modalidades técnicas  como enchufables e inglesas juegan un papel importante en los muchos y delicados días de pesca que surgen pescando en él.

 Escenario completo y bien preparado, con una profundidad  en algunos puestos de pesca más centrales que supera los tres metros de fondo. A medida  que  la balsa, (bloqueada por un gran paredón) va perdiendo retención, los puestos de pesca van perdiendo profundidad. En sus aguas viven gran cantidad de ciprinidos, tales como bogas, barbos, carpas comunes y royales, carpines  hermosas tencas y una últimamente masiva  cantidad de jarabugos o calandinos (rutilos aburnoides) además de el invasor y latoso percasol, que en algunas jornadas también se hace  notar y algunos black basses

                                   

 

    Algunos pescadores rivereños, conocedores del escenario saben mucho de esto, y en esta ocasión me acompaña Antonio Gonzalo, un gran amigo con el que he pasado muchas jornadas de pesca tanto en competiciones locales y regionales como pescando
amigablemente un tranquilo día de pesca juntos.



Los que le conocemos bien, sabemos que entiende la pesca de modo diferente, su forma  y estilo de llevarla a cabo te enseña cada día a sentirla y entenderla  un poco más. Pescador técnico y preciso donde los haya, pero para disfrutar a su lado, mejor pasar una jornada de pesca con él de por libre y sin tensiones de la competición.

Y en realidad, eso es lo que hicimos, un día caluroso del mes de Agosto, con pocas ganas de hacer kilómetros a  algún conocido embalse o río de las inmediaciones, decidimos ir a pescar al charco del puente, a la zona del la riera que se la conoce como los puestos del Vicario.

 Aquí, en estos puestos de pesca la profundidad suele ser mayor que en la mayoría de las otras zonas del río. Nuestra idea era pescar en el día de hoy con caña enchufable y esta zona concretamente es ideal para el uso de esta técnica,  aunque peces, se pueden capturar de buenas dimensiones en cualquiera de las demás zonas de la rivera.

El acceso a los puestos de pesca es  muy cómodo en toda la Rivera 

kit copela

Una vez montadas ambas cañas, decidimos hacer un cebado preciso con kit copela a base de pastura semi húmeda con trozos de pellets  picados y maíz dulce. El objetivo era hacer caer el cebo hasta el fondo en el menor tiempo posible, intentando evitar así, en lo posible, la excesiva aparición en el puesto de pesca del incansable calandino, que ya, incluso, mete en su dieta,  hasta al maíz como alimento.

  En el día de hoy, decidimos utilizar unas lineas ligeras, usando como linea madre  un diámetro de 0,14 con  finales de 0,12 mm, sondeando posteriormente con precisión el  puesto de pesca.

Los flotadores de muy similar forma los dos, cuerpo de madera de balsa, antena intermedia de plástico y quilla de larga fibra, en forma de pera invertida, con un ajuste de 4x12  y  4x14 respectivamente, lastrados con un plomeado a la italiana, dispersados en la linea madre de forma continua y regularmente, con ausencia total de plomos en el bajo de linea (montaje muy utilizado este de plomear el bajo de linea, en esta ribera en  situaciones de fuerte corriente y crecidas del río). Bajo de linea que, esta vez era de corta longitud, unos 30 cm desde el emerilón de enlace al anzuelo, el utilizado en el día de hoy precisamente de pata corta, del número 16 de una conocida  marca del sector.

 Este anzuelo, iba a portar como cebo, un grano de maíz partido al medio alojado dentro de él y preparado para que visiblemente se viera la punta de nuestro anzuelo.

 Sondeados los puestos de pesca y con profundidad similar, pudimos comprobar lo que casi a ciencia cierta imaginábamos, escaso oleaje, escasa actividad de peces y después de varias picadas fallidas, nos dio a entender que la pesca, en el día de hoy, no iba a ser del todo fácil.

Ajustando la banderas al máximo y plomeando los flotadores hasta 2/3 parte de su visible  antena, pudimos conseguir  con un poco de paciencia y ganas la primeras capturas, aunque al mínimo rizo de oleaje en la superficie, nos obligaba a una atención constante mirando atentamente  la mínima parte  visible de la antena del flotador que sobresalía sobre la superficie de agua.

 Pasados los primeros minutos de adecuación del puesto y montaje final de accesorios, la primera de las capturas no tardo en aparecer, un precioso barbo de escasas dimensiones era conducido hasta la orilla.
 Al comprobar esto, este pequeño detalle me hizo modificar la tensión también del elástico destensando un poco para evitar desgarros y en lo posible pérdidas de peces de pocas dimensiones una vez clavados.

A medida que iba pasando la mañana las picadas empezaron a ser sucesivas. Alguna que otra carpa, aunque no muy grandes, entraban en el rejón, la sorpresa quizá de la mañana fueron, al final de ellas algunas tencas  presentes también en el escenario.


Algunas capturar del día de hoy

Una de las leyendas de este charco, Antolín, en esta mañana se acercó  hasta el río, esta vez  montó pocos accesorios 

 Acercándose a las doce de la mañana, como viene siendo habitual en este tiempo, decidimos recoger y conversar  durante unos minutos sobre el desarrollo de la  mañana de pesca y en términos  generales, las conclusiones  fueron muy semejantes, mañana de pesca como nos gusta, con modificaciones y cambios adaptando a las circunstancias, probando y mejorando entre otras cosas, cebado preciso, exhaustivo ajuste del flotador, la presentación del cebo y usando una bandera en el día de hoy muy corta para reducir el tiempo de clavado. Eso si, mañana  agradable, relajada y en buena compañía. Y es que, seguimos jugando a pescar.