viernes, 5 de julio de 2013

Ciprínidos y su manipulación



       A veces, me da por pensar sobre esta cuestión, en ocasiones me he llegado a preguntar si realmente aquellos que practicamos la pesca deportiva lo hacemos de manera correcta, he llegado incluso a dudar si los que practicamos la captura y suelta, por bien que lo queramos hacer no dañamos a tan indefenso animal en nuestras manos.

       " Pescador que pesca un pez, pescador es", Esta legendaria frase es muy común oírla entre muchos aficionados a este deporte, físicamente es así, pero yo añadiría algo más; pescador, es aquel que, respeta al pez  su habitad, sus lugares de freza, así como una correcta manipulación con cuidado, valorando ante todo la sensación que nos ha regalado en el momento de su captura, devolviéndolo al agua lo antes posible y respetando sobre todo el entorno donde habita.

      Una correcta manipulación: hoy más que nunca me quedo con esta frase.  El pez debido a su cuerpo escurridizo, fusiforme, aplanado lateralmente ( hablo de ciprínidos) y protegido por una piel escamosa, recubierto además por una protectora capa mucosa llamada "humus" es difícil de manipular, en ocasiones o se le aprieta demasiado para desanzuelarlo o se siente la tentación de aferrarlo de manera imprudente oprimiéndole los ojos o en el peor de los casos, introduciéndole los dedos en sus agallas.


     Las agallas del pez son para ellos como nuestros pulmones , están provistas de unas membranas tan finas y sensibles que, el mas mínimo roce o presión sobre ellas ocasionaría al pez, daños irreversibles, ya que, una vez se juntan estas micro laminas unas con otras, jamas llegan a despegarse, ocasionando daños irreversibles en el pez que, en muchos casos, a la larga, ocasiona su muerte.

     No menos importantes son sus escamas, una capa protectora, que todas ellas forman una coraza protectora ante infecciones y posibles enfermedades de su piel, la perdida de alguna de ellas puede llegar a ser un foco de infecciones y contagios en el agua o por parte de otros peces.

     Tampoco es aconsejable el tumbarlos sobre terrenos arenosos o de tierra, ya que pueden llegar a  introducirseles en sus partes externas, ojos, hocico o escamas, polvo o arenilla que dañara estos órganos tan vitales y necesarios para su existencia  Por no hablar de sus barbillones, órganos destinados a la búsqueda y captación de comida entre el fango.

     Su linea lateral, formada por miles de órganos sensoriales, esta, le ayuda a su desplazamiento y localización, así como a percibir en el agua la localización de animales de su propia especie e incluso posibles depredadores, esto, entre algunas de sus innumerables funciones, esta línea, puede verse dañada por un exagerado roce entre superficies ásperas, rugosas o duras.


     Utilizando material adecuado para su captura, sacaderas, desembuchadores o desanzueladores apropiados , amplios rejones de maya suave y una manipulación posterior, sin prisas y con cuidado, fotografiado y pesado en algunos casos, al ver alejarse un pez en el agua, que, anteriormente ha estado en nuestras manos, es una sensación que realmente representa deportividad y respeto por este deporte.


 Su principal emoción, sin lugar a dudas, un trofeo llamado pez.

    Si estas breves frases, nos sirven a más de uno, de los que en realidad, vamos a buscar con la pesca esa sensación agradable de bienestar, fundiendonos, en muchos casos en los encantos que, la naturaleza nos brinda en nuestras jornadas de pesca.


 Si esta magia nos induce a pensar, en que, la pesca, es algo mas que capturar un pez, entonces, estas líneas, habrá merecido la pena el haberlas escrito.

Y es que, algunos de nosotros, la pesca, la sentimos así!







No hay comentarios:

Publicar un comentario