sábado, 19 de diciembre de 2015

Pesca al feeder, fria mañana en el Gaudiloba.



Caprichosa mañana de frío y niebla, de esas que, en las primeras horas, poco gusta salir de casa, pero aun así y todo, es un tiempo que necesitamos aprovechar para hacer lo que nos gusta: ir de pesca.



Circulando por un camino junto a las orillas del embalse de Guadiloba que había conseguido ver
días atrás y, en el que, como mucho me encontré alguna res vacuna en medio del camino a estas tempranas horas de la mañana, siguiendo orillas arriba, tras rodear una loma, me encontré, después de un par de kilómetros rodados, con un paraje totalmente desconocido para mí. Unas orillas en la más tranquila de las calmas y una persistente niebla que poco favor me hacia, que me hizo pensar dos veces en la situación antes de bajarme del coche.





  Una de las zonas del embalse de Guadiloba, actualmente, este embalse, con menos del 50% de agua de su capacidad




Acercándome hacia el agua, no podía ver más de una decena de metros, mirando hacia la izquierda me encontraba al lado de una aparentemente pequeña playa; sin embargo, hacia mi derecha, la situación era diferente, orillas escarpadas con pequeños trozos de pizarra suelta. Esto me hizo pensar observando (lo que podía ver de la orilla), esta pizarra desprendida seguramente por un constante oleaje producido por la acción del viento. Posiblemente estaba ante un pequeño puntal, en el que la acción constante del oleaje, a esta zona le pasaba factura y viendo esto, intuía que me encontraba en un punto donde este oleaje, frontal o lateralmente tarde o temprano iba a estar presente.





 Una vez desaparecida la niebla, se puede apreciar la zona de pesca elegida  para pescar, vista desde la orilla opuesta.



Tras dos minutos observando el entorno, algo que hago habitualmente, pude oír, (aunque sin llegar a ver) el chapoteo de peces, en repetidas ocasiones en la capa de agua más superficial, posiblemente fueran carpas y aunque fría la mañana, a estas, parecía no importarles el hasta entonces, poco agradable día.




Antes de montar el puesto de pesca, fui al coche y me dispuse a hacer un poco de engodo para el precebado para intentar cebar la zona en la que intuía se pudieran moverse los peces. Este consistía en: pan duro estrujado en pequeñas partes, pellet de remolacha y maíz dulce mezclado con algunas larvas de gusano.




Observando un poco la caída que llevaba el teso, o pequeña loma que estaba tras de mí, me hice una pequeña idea de la profundidad a la que pudiera, en el día de hoy, preparar el puesto de pesca, la longitud de pesca lo tenia bastante claro, pero sobre la profundidad tenía ligeras dudas.



La mezcla

                                          



La razón de usar en la mezcla el pan estrujado es muy sencilla, si el pan esta molido fino, las pequeñas partículas además de aglutinarse más, estás tardarían en desprenderse, sin embargo, al estar en pequeñas partes, al abrirse el engodo, al ser partículas más voluminosas, emerge hasta la superficie con mayor rapidez que si fuera molido, dejando a su paso, tras de sí, en la inmersión un rastro de diminutas partículas muy atrayentes.



Esta mezcla la suelo hacer mucho en ríos con mucha presencia de peces pequeños, cuando lo que intento es pescar peces de mayor tamaño, El pez pequeño al husmear en el engodo, este se abre y suelta las partículas de pan y, estas, una vez sueltas, al subir hacia la superficie, una gran cantidad de estos peces le siguen el rastro dando mas opciones a dejar la comida que me interesa en el fondo para tentar peces de mayores dimensiones.



Las larvas se encargarían de facilitar su suelta y el maíz y los pellet de remolacha quedarían en el fondo de cebado de inicio.






Los pellet de pulpa de remolacha siempre lo utilizo para mezclas en escenarios o embalses donde existe muy poca vegetación sumergida, su composición es alta en hidratos de carbono, buen contenido de proteínas y minerales, además con una dureza intermedia que se deshace fácilmente una vez ha llegado al fondo. Tiene un grosor y un peso considerable y en ocasiones, en distancias cortas de pesca (pesca con enchufable) los he llegado a utilizar incluso de cebado mezclado con pellet de pienso de pollo. Si se quiere utilizar como desecho para mezclarlos con el engodo, basta con meterlo en un recipiente cubierto de agua durante unos quince minutos y estará dispuesto para la mezcla.




Siempre me gustaron estas mañanas de orillas solitarias en los embalses donde muy pocos son los fiebres de pescadores, entre los que me incluyo, que nos decidimos ir a tentar esos grandes peces que merodean cerca de sus orillas. Con tiempos fríos, parece raro, pero aunque sabemos de su letargo invernal, solo los peces más sanos y decididos husmean por sus playas, en esas escasas horas de calor que nos dan estos días en sus horas más cálidas.



Siempre me ha encantado tentarlos y eso sí, solo consigues pescarlos si haces un buen cebado de inicio y con unos componentes que realmente les atraigan. Me tiro horas observando sus movimientos y aunque lentos y espaciados, acabo dándome cuenta que hay zonas con alguna pequeña diferencia donde paran o merodean por más tiempo y le dedican mayor interés.




En repetidas ocasiones el año pasado en las horas más centrales del día conseguí, traerlas al cebado y disfrutar de más de una perfecta jornada de pesca. Aquí si que, la paciencia es el mayor reto a batir.




Empezaba a aclarar la mañana, una leve y fría brisa movía con rapidez los bancos de niebla, sin embargo el agua en su zona superficial tenia una mínima, pero agradable temperatura, esto me hizo pensar en el porque estaban algunos peces chapoteando y saltando en la zona de la pequeña playa o bahía que tenia a mi izquierda, por un momento dudé si arriesgarme pero, al final, decidí cebar justamente pegado a la zona más somera, la playa.



Una vez preparado el precebado, me dispuse a lanzarlo al agua, todo esto utilizando un tirador o catapulta que de sobra sabía, a que distancia iba a caer cada bola de engodo por la tirantez de sus gomas. Seis bolas de engodo de inicio serían mas que suficiente para atraer o contener, por que allí se hallaban, las carpas que merodeaban por la pequeña bahía.




Este tipo de precebado aglutinado con pan, tiene una pequeña virtud, y es que, parte de él, al tocar la bola de engodo sobre la superficie del agua, se parte y acaba esparciéndose en ella, proporcionado un cebado abierto, algo que garantiza la permanencia, en zonas de menos profundidad de la búsqueda de alimento de un buen numero de peces, que pudieran llegar en el banco, que hasta ahora, estaba presente en las inmediaciones de mi futuro puesto de pesca o pesquil.




Hecho esto, asenté mi panier y monté una de mis cañas de pesca al legering, concretamente una de puntera con resorte o muelle. y como intuía que si se llegara a producir alguna picada, estas no iban a ser muy fogosas, decidí pescar de la manera que más me gusta pescar esta modalidad, frontalmente, pero no con una puntera swing tip, si no con una butt indicator,



Butt indicator
La ventaja que tiene el pescar a legering con la caña posicionada frontalmente en zonas de embalses o aguas quietas es que, en caso de oleaje fuerte, cosa que estaba intuyendo por la proximidad del puntal, estas cañas las tengo preparadas para sumergir totalmente la puntera, pescando con el hilo totalmente sumergido como la pesca a la inglesa y el encargado de señalar la picada, iba a ser en esta ocasión un indicador trasero de picada



Una vez efectuado el lanzado, es el propio pescador el que tensiona y destensiona la línea a merced del empuje, profundidad movimiento de aire o corriente que pudiera haber en el escenario.




Quince minutos después, con las mismas dudas que en el comienzo, decidí montar un cebador de método, quizá pensando un poco en la seguridad que te da este cebador, cuando de momento, no lograba a corto plazo esclarecer ningún de los matices que delataran algo de seguridad en el (para mí), nuevo escenario.



Un bajo de linea de unos 35 cm montado con hilo de 0'12 de grosor bajo el cebador, con un anzuelo abierto en la curva para la presentación de un cebo mixto,(compuesto por maíz y larvas de gusano) iban a ser los encargados en el día de hoy de portar el engañoso y atractivo cebo.





Cebadores método, usados en la mañana de hoy.


Montado y preparado como decidí hacerlo, solo esperaba que el resultado de esta prueba fuera en positivo, es un caprichoso escenario este embalse que, según muchos pescadores locales, te da muchas jornadas decepcionantes por la escasez de sus capturas.




Según iba desapareciendo la niebla, empezaba ya a verse algo de claridad y por momento pensé que el cebado de inicio no había hecho de momento más que asustar a las supuestas carpas que se movían cercanas a las orillas.




Pero mientras pensaba esto pude observar la primera de las tensiones del hilo y de la subida de la buff, una buena carpa en este caso cercana al kilo de peso, había mordido el engaño.





Pasada algo más de media hora, a esta le siguieron un par de ellas más de dimensiones idénticas.



Mientras intentaba compactar un poco de pastura para el cebador, un casi seguro, hermoso pez efectuó una picada de las que te hacen dudar, el carrete con el antireverso desbloqueado, una de mis malas manías, en ocasiones poco seguras, quedó bloqueado y me dio un susto por que la caña por momentos pensé perderla, por suerte el bajo de linea se rompió antes de esto y el pez acabo dándose a la fuga con el bajo de línea roto.




Montando de nuevo, esta vez subí de diámetro el bajo, pero cierto es, que las picadas desaparecieron como por arte de magia, al cabo de media hora volví a montar el mismo diámetro y conseguí una nueva captura.





Desaparecida la niebla ya más de las once de la mañana empieza a cambiar todo, un fuerte oleaje procedente del Norte, acabada muriendo en la zona en la que estaba pescando, por suerte, la puntera de mi caña trabajaba bajo el agua más de 15 cm sumergida y no me ocasionó ningún tipo de problema ya que totalmente sumergido el hilo, con este excesivo oleaje solo tuve que adaptar con un poco más tensión del indicador trasero








Tres carpas más, alguna de buenas dimensiones, pude conseguir hasta que decidí levantar el puesto, por que aunque bien abrigado, el frío aire, acabó haciéndose notar y con tareas pendientes en casa, decidí que, por hoy ya, casi la una de la tarde, había finalizado.




Práctico y cómodo sistema este de la Buff Indicator, que con un correcto uso, evitan muchos inconvenientes, al trabajar frontalmente, igualmente con el hilo sumergido en su totalidad bajo el agua, resulta totalmente satisfactorio su uso sobre todo, en estos días cambiantes y de condiciones adversas.




Si probamos siempre lo mismo, si no desarrollamos cosas nuevas por sencillas que parezcan y lo llevamos a la práctica, con sus inconvenientes y problemas, para algunos de nosotros la pesca seria una forma repetitiva de llevarla a cabo día a día de igual forma y siempre estando a merced del pez y su ánimo o desgano de tomar naturalmente su alimento. Hoy con un cebador tipo método y con una sensible puntera indicadora trasera me hizo pasar una aunque fría, agradable mañana a orillas de este caprichoso y tildado de técnico por muchos pescadores, este embalse cacereño, el embalse de Guadiloba!












































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