sábado, 6 de enero de 2024

PESCA A LA VIEJA USANZA


A día de hoy, al hablar de pesca artesanal, se nos vienen enseguida a la mente imágenes que, dependiendo quien las recuerde y analice, se las puede ver e interpretar de diferente modo.


ANTIGUAS BOYAS DE PESCA HECHAS TRADICIONALMENTE
Por un lado y dependiendo de la época, década, edad y experiencia del pescador puede aparecer la imagen de una pesca tosca, poco técnica y poco actual en formas y modos de llevarla a cabo  


              
                                          DE PESCA, TENTANDO LAS CORRIENTES 
                                    
      Esa pesca del país, pesca autóctona, en ocasiones endémica de muchas zonas y de los sistemas usados durante generaciones por antiguos pescadores que, en la mayoría de los casos dependían de ella para su sustento y que no tenían más que cuatro apaños y no pocas necesidades.
                       
                     

 LA CILLA, EL SEÑALAÓ Y  EL PLASTIQUINU

  Pescadores estos que leyendo "la risa del río" y demostrando mucha "habeliá"(expresiones estas usadas mucho antaño) que, con mucha intuición o como se llama hoy en día "sentido del agua", conseguían llevarse la "costera pa casa". 

 

 Y es que, por otro lado, incluso a los más veteranos, se nos asoma enseguida la imagen de pescadores usado nasas, trasmayos, volverinos, usando la técnica de la marra, la pesca a maneo, el cebado de las aguas usando la hogaza, incluso usando técnicas hoy día prohibidas como es el uso de piedralipe o el guardalobos, por citar algunas que conocí en mi niñez.




BOGAS NASONES MUY HABITUALES ANTAÑO EN NUESTROS RÍOS 

  Como niño, entonces vivía aquellos momentos rodeado de mi abuelo y sus amigos a la orilla de aquellos ríos.
 Los mismos apaños año tras año, la misma ilusión en cada jornada de pesca. Los mismos amigos, que seguíamos ansiosos las enseñanzas de los más mayores. Parecía que no pasaba el tiempo en esas orillas limpias entonces de los ríos. 
La fogata donde se asaba la barbá y el tocino añojo, recortado conservado en el cajón de madera salado, alguna patatera y si era viernes, alguna sardina se podía asar, ya que las servían los viernes a las dos pequeñas tiendas de comestibles del pueblo. Señal esta que río abajo, el que subía ya de vuelta,  entendía que la "brasa " ya estaba hecha y la comida a punto.
 Allí se contaban una vez tras otra las hazañas pasadas y las medio verdades de la mañana 
"Se má escapao el más grande". Me enderezó en azuelo", me partió el hilo, este año no lo he cambiao y está rozao etc.


LA  LEGENDARIA BOYA  PEROLERA, USADA EN CORRIENTES Y REMOLINOS




 Se tentaba  al barbo en corriente con boya, a fondo o al tiento. La ova (o zajoba) la lombri, el cabezón, la coquilla y la quisquilla eran los cebos más utilizados y en tiempo de efímeras se  usaban los subimagos.

                              
                                                                       LA   LOMBRÍ

  La lombriz de tierra, un cebo muy apreciado por el pez de corriente sobre todo cuando el agua baja turbia.
                                             

EL SUBIMAGO O LARVA DE EFÍMERA

  

                               
                                                       EL ENGAÑO DEL CIELO

    La boya artesanal hecha de la bogaya o abogalla de roble, llamada de mil maneras. La boya rebuscaora, la pasante, eran calificativos muy comunes que ya en su día empecé a escuchar en cuanto me la veían usar. El pez no desconfiaba al verla flotar por encima, estaba acostumbrado a verla naturalmente pasar. Algo que en su día, supe aprovechar.
 Esta tuvo varias imitaciones, ninguna tan eficaz, pero ya se empezaba a entender que había que ir modificando estilos y formas.


                                   
La boyas del poliespán, hechas a navaja y lija que en su quilla y antena portaban palillos de madera.
   Por aquellos entonces empezaron a llegar las primeras y aún pesadas cañas de carbono.
Ya se alcanzaba con ellas distancias inimaginables hasta entonces en los más anchos remansos de los ríos, y la pesca de boya se empezó a expandir por aquellas todavía, idílicas orillas. Y por supuesto, poco a poco, este arte tan todavía nuestro, fue cambiando a pasos agigantados.




 
 El arte de la pesca, empezaba a dar nuevo un gran cambio, se empezó a entender como deporte.

Al llegar estas cañas a precios más asequibles, la pesca al tiento y la veleta plomeada en los embalses empezó a expansionarse con muy buenos resultados. El cebado de las aguas inducía a otro tipo de pesca. La búsqueda del pez, muy exitosa hasta entonces, ya en ocasiones, se cambiaba por el asiento cómodo o panier de pesca con la intención de desarrollar una pesca más estática y sedentaria y atraer, con los distintos cebados, al pez hacia el puesto de pesca. 

Nuevas técnicas revolucionaron el mercado con muy buena aceptación, pesca a la inglesa (Fishing  English Style) y sus variantes, la pesca a ledgering o pesca comúnmente llamada pesca al Feeder, la pesca al Coup con las grandes Robaisinnes o cañas enchufables. 



 
Panier y accesorios que ya utilizaba yo en la década de principios de los años 90



 Y aquí ya, a partir de ahora comienza una nueva y actual época de la pesca, diferenciando por un lado la pesca artesanal de toda la vida y por otro, la pesca técnica con distintas cañas, medios y accesorios para intentar atraer al pez al puesto de pesca. 

 Un gran maestro en este tema, ya diferenció los distintos tipos de pescadores que actualmente había.
 Los auténticos y los construidos. Los primeros, los auténticos, aprovechan los recursos naturales que le brinda la madre naturaleza aprovechando todos los medios posibles para poder pescar. Y los segundos, los construidos, anteponen su equipo y técnica para poder llevarla a cabo.  Tanto los unos como los otros son respetables, siempre que en su desarrollo tengan en cuenta el respeto  al pez y  por supuesto el cuidado con el medio natural que les rodea.  


SI AL RÍO VAS A PESCAR , QUE NO SE NOTE QUE EN SUS ORILLAS, HAS ESTADO.
 
























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